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martes, 7 de enero de 2020

(Re)conversión p. VII

Arica – Chile                                                                                                                                                              30/05/18

Página leve, soledad en los Tiempos, anhelos profusos y senderos que entretejen historias y leyendas.

Tarde silenciosa, levedad que desgarra, sendas vacías y un llamado que trastorna. El tiempo invoca al Tiempo, la verdad anhela la Verdad y un juramento perdura en el alma de los extraviados.

La soledad invierte su Tiempo, y el juramento se vuelve manifiesto en toda la extensión salina. Iquique se despereza, mas todavía permanece dormido.

La verdad se teje en otras Tierras y momentos, mas se presiente en todos los Tiempos. Los Antiguos invocan a los Externos: «Recordad, recordad el juramento. Recorred la levedad de los Tiempos inversos. La soledad os trazará hasta el venidero 21:1.»

Juramento que el Tiempo no desgasta, que perdura por los siglos de los siglos. Ni la soledad que desgarra, ni las sendas que extravían, ni el exilio más lastimero, impedirán que se olvide o tergiverse el juramento. «Recordad lo olvidado, lo que permanece en la más profunda oscuridad, para expresar sin extravíos el 21:1. »

Lindes de Dakota del Sur. El externo anhela su historia en la soledad de un Tiempo. Inmerso en la soledad más extrema, lentamente, recuerda.

– El olvido no es eterno. Tarde o temprano recordarán. Regresarán sin aspavientos al redil. Están extraviados mas no extintos. El juramento aún persiste, aunque sea evidente el transcurso de los siglos.

Otro externo surca las áridas y lejanas Tierras, anhelando a los que son de su linaje.

– Tomad vuestras pertenencias. Emprended pronto el vuelo. Esta Tierra os limita. Id lejos. Milenarias travesías y vuestro Linaje esperan en la lejanía. Partid pronto, Andrés, o el olvido será vuestro exilio.

Joven hastiada de la rutina, que subsiste mas no vive, inmersa en mundos disimiles, ajena a la esclavitud y el deshonor.

– Muchas mujeres piensan, y se convencen, que su existencia solamente tiene sentido si la maternidad expresan. Mas mis anhelos siguen otros senderos. Quiero surcar otras Tierras, redactar otras historias, trazar otras vidas y volver a los míos. Juré jamás olvidar. Juré buscarlos hasta el fin de los Tiempos.

Extensión azul, trabajo truncado, familia acomodada, problemas familiares y un Elías que espera y desespera.

– Sé que regresarán. Volverán porque es menester. Febriles sueños en noches interminables me señalan su pronto regreso.

Chacaltaya los invoca. Explica lo que la verdad oculta. Expresa la verdad última de la (Re)conversión. Extiende interminables sendas a Tiempos trastocados y gélidas Tierras.

– La verdad se extiende más allá del p42S. Profunda verdad que desgrana la realidad, que muchos temen y que algunos resguardan.

Lejos vigilan y anhelan. En la soledad más abismal, en tiempos olvidados, silenciosos, esperan.

No muere lo que la Muerte desconoce. El llanto en la cuna es el mismo que arrulla. Espejos opuestos reflejan la totalidad de los momentos.

¿Los J 25 volvieron a su Tiempo? ¿Los J 25 existen en todos los Tiempos? ¿Los J 25 se reflejan en vosotros y en los que vendrán?

Parecido a lo que sucede en el lejano sur de 1976. Muchos futuros se resguardan en los momentos pasados.

Todo regresa y expresa. Líneas se entrelazan y la verdad de los J 25 lentamente se devela. « No muere lo que la Muerte desconoce.»

Este escrito trata y explica vuestra historia. Extraviados, exiliados y externos que ejecutan travesías y variables juramentadas en otro Tiempo.

Sin más deciros, J 25 A.

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