Trazo en la oscuridad, fulgores
distantes, eventos sincronizados, infinitas sendas y una verdad que se devela.
“Levedad
rasgada, anhelos extensos, verdad que expresa otros y múltiples senderos. El
hombre se declara inmenso y la inmensidad lo envuelve; y surca las extensas
tierras que existen más allá de los vértices abstrusos. Lejanía que atrapa en monótono
silencio.
El
Hombre Inmenso se vuelve inmenso si la verdad lo determina. Levedades se
olvidan en beneficio de excelsas travesías. Lo mediano se desgarra y eventos se
explayan, para que el Hombre Inmenso pueda atravesar los incognoscibles
territorios. Lejanas Tierras que subsisten y persisten en otros ángulos y
vértices trazados. Lejanas mas próximas, extensas mas breves, virtuales mas
verdaderas. Tierras de sendas e historias jamás escritas.
Un simple mortal, sea del linaje que sea, no puede trazar verdades
en Tierras y Tiempos lejanos. Yggdrasil es extenso, convexo, breve y cóncavo;
pero, por sobre todo, incognoscible. Ni mil vidas medianas serían suficientes para
comprender sus límites existenciales.
El
Hombre Inmenso se vuelve inmenso, similar a colisión de galaxias. Extravío que
dura menos que un segundo, mas su expansión se cifra en Tiempos completos e
incompletos. Incluso, si lo quisiera, podría observar el término de todos los
Tiempos.
El
Hombre Inmenso contempla la Faz Oculta de la Mahatmas, los que dan vida a las
simples y llanas esferas.
El
Hombre Inmenso surca las rojizas tierras del Cuarto Mundo. Contempla las gastadas
sendas, las olvidadas edificaciones, las tumbas selladas y los mares resecos.
Tristeza revela por todos aquellos que fenecieron. Una lágrima vibra en el
infinito, y el horizonte es menos rojizo.
El
Hombre Inmenso olvida su axis primigenio, y surca otras sendas y momentos.
Contempla otros sistemas de breves o extensas Tierras. Diversidad en la
diversidad. Existencias excelsas, voces lejanas, atardeceres inversos y múltiples
firmamentos. Fulgores binarios, impenetrables
tinieblas, reflejos entrelazados, Tiempos comprimidos, infinitas Tierras de anhelos
u olvidos y Mahatmas increados o relativos.
– La Existencia
es tan variada e infinita que mi lenguaje se vuelve vacuo si intento definirla.
Lejos
aguardan Yggdrasil y los Arque(o)tipos fulgurantes, lejos se presiente el
Tiempo que no es Tiempo y lejos se extiende aquello que todavía no existe.
El
Hombre Inmenso se vuelve leve, similar a lluvia estival. Regresa a la levedad
de los momentos gastados. Es un hombre mediano, inmerso en una sociedad que agoniza,
que traza rutinas interminables entre la vida y la muerte.
El
hombre mediano recorre en silencio la atestada urbe. Lento mas decidido, enfila
rumbo a su quiosco favorito.
– Los científicos pronostican que muy pronto el hombre llegará al
planeta rojo – lee con cierta amargura.
Lejos,
muy lejos una rojiza Tierra espera silente.”
Volverán los extraviados, los que
otros rumbos siguieron. Es tiempo ahora y no mañana.
Sin más deciros, J 25 A.
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