Arica– Chile 15/06/16
“Todavía permanecen, lejanos y absortos, inmersos en Tiempos inconexos, en Tierras pretéritas, anhelando un momento y una leyenda.
Olvidados para recordar. Almas sin extensión, lejanos pero prestos, gestando memorias y travesías para expresar el 21:1 y algo más.
– Los he visto, Maestro. Laderas invertidas, frialdad extrema y soledad inconmensurable. Allá existen y persisten en un letargo perpetuo, inmersos en otras existencias, fraguando devenires y porvenires. En éxtasis o samādhi permanente, presintiendo y ejerciendo los venideros Tiempos. Permanecen en féretros sin ángulos y vértices, en eterno letargo para evadir los Tiempos de la Desolación.
El templo aguarda en la penumbra, atrapado en tiempos inmemoriales, resguardando sus vestiduras y sus magnas obras.
– Los Akâr anhelan un Tiempo para regresar, para restablecer los venideros parámetros sistémicos.
Existen, se presienten, se anhelan, se conjugan en un leve retazo, en el alma de las Memorias, para expresar lo verdadero, lo que ha de venir.”
“Se alza entre los Tiempos y Tierras para generar y proyectar otros valores. Es un Señor de los Elementos, un valor más en la sistémica universal. Expreso e íntegro, jamás subyugado para que su verdad no se extravíe.
– Una memoria me enlaza. Comparto anhelos y verdades. Es mi Sentencia. Un valor inherente y complejo. Lejanos mas un mismo Linaje nos vincula. Aznâth que se define y progresa en estas lejanas y olvidadas Tierras.
– Heme aquí para trazar otro 21:1 y algo más.”
“Día 237.
No existe vacío en el vacío. Todo es Totalidad. Aunque mi alma desgaje, aunque me exprese en muchos, aunque mi voz surque otro Tiempo, aunque el Tiempo se deslice lento y taciturno, seguiré atado a la Memoria de la Tierra.
Aunque me extravíe más allá del paralelo 42, lejos en azul y silencioso firmamento, seguiré existiendo en los otros que soy yo.
Aunque los Tiempos se tracen sin dilación, aunque todo se derrumbe, seguiré en el aquí y en el ahora, anhelando a los que son de mi sangre.
Aunque me olvide, aunque mi testamento explaye, aunque no quede anhelo en la cal, en la memoria de los otros persistiré.
Proseguiré en los otros, porque somos memorias compartidas, anhelos que forjarán un mundo mejor.”
María Santos, Andrés de la Cruz y Michael Weber permanecen y se olvidan en el paralelo 42 Sur. Así se aclara una verdad y se comparte una historia.
“El frío cala hondo. Es triste mi vida. Quise seguir los vastos anhelos, mas me extravié sin medida y consuelo.
Una vez expresé su Alma y sus verdades. Era un Señor de la Tierra, un valor abstruso y una simple secuencia. Sin embargo, me extravié. Me sumergí en mítines políticos, apoyé anhelos totalitarios y no reparé en las consecuencias.
Quisimos transformar el mundo sin importar cómo. Nos alejamos, nos extraviamos y a los J 25 olvidamos.
Ahora persisto en otro Tiempo, un leve anhelo, para señalaros que las Tierras son verdaderas, para explicaros que sólo el Servicio sin medida prevalece, para trazaros un sendero lejano a los egos y personalidades, para instaros a proseguir la travesía en y por las Tierras.
Anhelo permanente que se entrelaza a la vuestra, para evidenciar lo que se presiente.”
“Dakota del Sur.
Proseguiré el sendero, aunque el Tiempo esté en mi contra. Volveré a y en la memoria. Seré Alma y Sentencia para los extraviados. Trazaré su norte para terminar con la separatividad y los senderos torcidos.”
Sois memorias enlazadas, verdades expresas y trazos primigenios. Sois una gota temblorosa que refleja el anhelo de todos los mares y Tiempos.
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