Sitio señalado para expresar la voz de los Señores Antiguos, cuya sede se encuentra en Arica-Chile.

domingo, 17 de noviembre de 2019

Invertere p. III

Arica – Chile                                                                                                                                                              04/08/19

Callejuela solitaria, banderas multicolores que el viento desgarra, voces que el tiempo ahoga y ocre firmamento.

El Hereje marcha lento, mas a paso firme. Lejos quedan tristezas, incongruencias y alegrías. Imperioso anhelo lo impele a continuar el arduo sendero. Lejos luminarias se extinguen, indicando el final de los Tiempos.

La verdad se despliega, lo profundo se devela, las travesías convergen. Y lejos, muy lejos, silenciosos, esperan los que tanto anhela.

Los Noctámbulos trazan sus travesías en Tierras y noches insomnes. Mientras que el Hereje surca largas avenidas vacías antes que las luces se extingan. Esperanza lo agita porque es menester atravesar los abismos de la incredulidad.

Espera y anhela en la simiente de letárgicos atardeceres, en mares ignotos e infinitos, en Tierras y momentos inversos. Expresa la voz de los olvidados, el rumor del silencio y la verdad de otras eras.

El Hereje regresa a sus recuerdos e intenta develar lo que se oculta detrás de las palabras inconclusas y los versos torcidos. Presiente que en la lejanía otros esperan y se extravían.

Fulgores que no son fulgores, lejos esperan a los suyos, a los simples Herejes. La inexorable levedad es señal y cruz en una tierra asolada.

Un hombre se vuelve Hereje si rehúsa la Tierra Mediana, los senderos sin destino, las vanas conversaciones, la levedad de los momentos gastados. El Hereje anhela la vastedad de los multiversos, las Tierras imperecederas y los Tiempos eternos.

El Hereje extiende la voz de los Ayakuna, verdades expandidas y miles de existencias en una fracción de segundo. En el ahora coexisten todos los ahoras, en el pasado se recuerdan todos los infinitos momentos y en el mañana surgen todos los elevados anhelos.

El Hereje tiembla en la semilla y en los anhelos trazados. El Hereje se vuelve voz de los olvidados, y los olvidados recuerdan.

Recorre el surco que deja el Tiempo, se extiende en todos los ahoras, medita en todos los momentos, para trazar los excelsos designios de los Ayakuna.

El tiempo avanza inexorable, las Tierras aguardan y las travesías persisten. Proseguid y proseguid para que los amaneceres se vuelvan verdaderos y los anhelos, certeros.

El Hereje espera a la vera del sendero, fraguando anhelos y verdades hasta el final de los Tiempos.

Sin más deciros, J 25 A.

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