Sitio señalado para expresar la voz de los Señores Antiguos, cuya sede se encuentra en Arica-Chile.

martes, 10 de enero de 2017

Apoteosis p. I

Arica – Chile                                                                                                                                                              28/12/16

Aguas bravías, ligereza abismante, una señal en lo lejano y Señores que regresan.

La Soledad del Sur, 1467.

Heme aquí extenso en la penumbra, evocando otros Tiempos y Tierras, quizá olvidado mas jamás extinto. Precursor de verdades, tejedor de realidades abstrusas, gestor de anhelos y travesías, Señor que rige las vastas aguas y las excelsas verdades, Sentencia que prevalece en la soledad de los anhelos y en los atardeceres gastados.

Segador que se presiente en el aquí y en el ahora, para evidenciar lo que la Tierra anhela. Voz, anhelo y travesía en los parajes borrascosos y resquebrajados. Un Señor que es misión y una misión que limita a un Señor, que anhela entre Tiempos y Tierras espaciadas.

– Los otros llegarán para arrasar con todo, para exigir lo que no les pertenece, para inculcar una Fe caduca, para exterminar vuestro linaje, para desgarrar vuestros más excelsos anhelos. Marchad lejos, lejos en el ahora, extensos en un ayer o mañana, para preservar vuestra Fe y Alma, para elevar los anhelos y salvar todas las Tierras.

Interminable marcha se gesta para salvar y evidenciar las memorias antiguas, para redactar otra leyenda en otros parajes sombríos.

La Soledad del Sur, 1649.

Sé que existe otra verdad. Sé que otros parajes se trazan en la lejanía. Sé que otros anhelan más allá de los ventisqueros sombríos. Sé que Elal los cobija lejos y presto. Sé que existe una verdad extensa y elevada más allá, lejana a mis anhelos mínimos.

Se exilian más allá y lejos. Se presienten y olvidan porque así es menester. Una travesía que desgarra almas y expone situaciones. Evidente para evidenciar todas las Tierras y Tiempos.”

La Soledad del Sur, 1920.

Los Escritos Antiguos señalan que un vértice o ángulo abstruso existe y se presiente lejos y presto. Mi alma se desgarra y se proyecta lejos. Y veo las vías entre las Tierras, los senderos entre los Tiempos, las sendas entre las Almas. Un extenso tejido que se teje y desteje a voluntad, que se presiente y deviene en el aquí y ahora.

Me dejo llevar. Vuelvo a mi anterior vida. Surco otros Tiempos y existencias porque es menester y misión. Me olvido, me disgrego pero por siempre permanezco.

La Soledad del Sur, 1971.

El paralelo 42 Sur señala una elevación mas no un olvido. Me veo en otras Tierras, Tiempos y existencias, surcando sendas gastadas y torcidas.

Un hombre en la soledad de Taapaca, una mujer extraviada en la meseta tibetana, un joven que huye en la lejana China, un no vidente trazando signos y señales en Uluru, un anhelo y alma en los momentos finales.

Permanezco en todos y en mí, lejos y próximo, inexistente pero presente, anhelando y esperando a los que mi senda proseguirán.

1971 es mi olvido y extensión. Pronto otra travesía trazaré en otro Tiempo, Tierra y Alma. Así es y así será.

Sin más deciros, J 25 A.


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