Arica– Chile 13/01/25
“Medio tiempo, leve oleaje, vientos quedos, trazos y vahos lejanos, voces y alaridos, tizones y extensas llanuras. Mirada aviesa, extrema atención, horizontal esquiva, tosca figura, terso pelaje y afiladas garfas. Mundo intermedio, lejano en el tiempo, en infinitos estratos olvidado, bosquejo de las venideras e inexorables tierras. En extensas llanuras, en inexplorados fiordos, en hondas quebradas, en tórridos vientos, existen y subsisten los otros, que son valores extensos y olvidados. Mirada fija, eco deslavado, trazos de cinabrio, tul en la obsidiana, velos en las tinieblas, instante quedo e infinito sigilo. Huida en la extensa y húmeda llanura, lejos del acecho inminente. Mas lo evidente se explaya si la travesía lo exige. Los Nïlah, eternos viajeros, excelsos exploradores, la briosa estampida acechan. Muestra en crisol oxidado, tenue trazo en copal, vetas y venas ocultas, cinabrio en la cifra y luz en contraluz.
El Nïlah, envuelto Extruido, quizá excelso cnidario, es trazo ilegible en tosca llanura. Extenso en los anhelos, evidente en las verdades y entinto en las leves historias. Evade los vientos traicioneros, el turbio oleaje, los vahos malsanos y las torcidas y elevadas cumbres. Forma que otro articula y expresa. Existencia que teje y desteje travesías y leyendas. Ethico que es un Nïlah y un Nïlah que es un Ethico. En el eterno e infinito vacío, en tierras y tiempos extintos, bajo la luz eterna de Dyson, los Ethicos evalúan y trazan venideras tierras y alwes. Nïlah que examina extintas existencias o inconclusos valores, explicando la trama que los Ethicos planean.
Dyson examina, evalúa, elimina o conserva el valor enviado. Una simple hebra en la venidera Malla genética. Extintos ya no extintos. Múltiples alwes que existen en otro 21:1.”
“Noche en la inquieta medianoche, laxas farolas, infinitas veredas, tinieblas y vahos, ecos lejanos, informes siluetas y una historia que en soledad cuaja. Música en la vieja vitrola, RKO en la insistente llamada, cóncavo en la convexa tristeza, venas y venas en las insondables cloacas, y una estela que la verdad deja. Faz en los oxidados vitrales, en las turbias vertientes, en las húmedas hojas, en la clepsidra que otro tiempo anhela, en la tumba que existe en el acre llano, en las vagas tinieblas. Noche que todo traza u olvida.
– Finalizad las inconclusas tareas. Id tras las huellas del esquivo e inquieto viento. Mas un consejo: «Nunca volteéis…» El viento toma otro curso si las lealtades flaquean.
Noche en la esquiva tarde, otras veredas, otras tierras e infinitos instantes. Morral lleno de ilusiones, tristezas y extravío. Muchos y uno en la travesía inconclusa, en el limitado exilio, en la telúrica tierra, en la confluencia de los tiempos.”
“Cobijad el vástago de Yggdrasil, el eterno cigoto, externo al vulgo ciego. Proseguid la travesía incompleta, y hallad la huella extraviada. Entre tierras, tiempos y sendas, ocultad la vasta existencia. Hallad la verdad que se oculta entre la vida y la muerte, entre la luz y las tinieblas, entre lo que es y no es. Meditad bajo el cobijo de Lahual que es también Yggdrasil.
– … y si me quieres encontrar, búscame – cantan Sergio y Estíbaliz.”
Buscad la luz que febrero limita. Muchas travesías bajo una solo lema: «Evado la malsano, ya que otros me alientan.»
Continuad la eterna travesía, y no olvidéis Revelación 2:5.
Sin más deciros, J 25 A.
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