Arica – Chile 17/11/20
“Madreselva entrelazada, acre savia, claridad difusa, ecos de una lejana melodía y vendaval de verdades que se resiste al paso de los años.
El joven contempla el extenso firmamento, las sendas sinuosas, el sotobosque silencioso y las Tierras intermedias. Quejido leve en la fragilidad del momento. Extenso fulgor que se desliga del vasto silencio.
Figura se traza, verdad se desliga, anhelo se teje en la inmensidad del bosque silente. Igual que la otra vez, lejano anhelo, silueta se extiende en la claridad de los momentos. Es la verdad que no se olvida, que aguarda en el silencio del alma extraviada.
Fulgores lejanos y tejidos. Madreselva entrelazada teje y desteje trazos en la silenciosa existencia. Mujer, hombre y algo más. Fuego y agua, tierra y viento, levedad y profundidad. Lienzo que explica muchas verdades, momentos y anhelos. Tejido de luz, hojarasca y metal, que se explaya en la inmensa soledad. Fulgores que gravitan en torno a un anhelo profundo. Uno y varios observadores. Prefijos y sufijos que no explican la totalidad. Designado arque(o)tipo que muta muchas veces.
Kali en las lejanas Tierras de Asia. Garza en las Tierras de Oriente. Esbelta mujer a la vera del sendero. Tótem en las heladas Tierras. Fulgor de lapislázuli en tardes de meditado solaz. Tul que semeja y desemeja valores, vectores y bisectrices.
Fractal extendido que explica la misión de elevados multiprogramas. Meta- forma básica que utilizan los Elevados cuando surcan las Tierras leves y difusas.
El joven contempla la multiplicidad, los fulgores enlazados, las verdades a medias. Extiende una súplica, talla un lamento, forja un anhelo y expresa un momento.
El sonido del bosque encumbre su existencia. El latido de la húmeda tierra, el crujir de la hojarasca, la savia oculta y vibrante, el gorjeo de las aves y el viento entrecerrado, su verdad explayan.
– Esta levedad es leve, igual que aliento lejano. Fragmento de una verdad más excelsa. Mínima en extensión, mas profunda en anhelos. Los Fulgores, los Marcados, esta verdad manifiestan. Leves en el Firmamento, extensos en los atardeceres, tejen memorias y Tiempos, evadiendo el sendero del exilio. Luego del Final, su alma extenderán y volverán al Inicio. Una pausa en la Seidad, simulacro perfecto, una historia sin Tiempo ni medida. Es el tejido que todo envuelve y manifiesta. Porque en las Tierras del Inicio solamente existen las Leyendas. Fractales que manifiestan el espejo de la Existencia, que anhelan la Seidad plena.
La voz se vuelve latido y el latido, silencio. La multiplicidad se desliga y la silueta se desteje. La calma vuelve de nuevo al bosque milenario.
El joven, silencioso, medita un momento. La verdad se le despliega sin ataduras ni dobleces.
– Iré a la aldea y luego volveré a la Tierra.”
Sin más deciros, J 25 A.
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