Arica – Chile 10/11/20
“Elegía eterna, llanos boscosos, cedros añosos, fulgores dispersos y una verdad que se presiente y siente.
El Noctámbulo, el tejedor de anhelos e historias, traza una verdad en otro Tiempo, y se extiende leve en las horas que siguen al crepúsculo. Tsamos es Samos. Una encrucijada, una vía de peregrinaje, un vector que invoca a elevados y antiguos Señores.
Milenaria verdad que aguarda en temblorosas encrucijadas, que nutre las telúricas sendas de Servicio. Trayectos y travesías, idas y venidas, sendas y encrucijadas, que los Noctámbulos, en extensas noches, surcan para expresar los designios del 21:1.
Chacaltaya, inmerso en su Tiempo, traza otra senda en el trayecto de los Eternos. Un glaciar que aguarda y desespera en el Fin de los Tiempos. Fulgor de los Ayakunas, que en momentos insomnes, invoca a glaciales y lejanos Señores. Fracción que cifra el 21:1, mientras lentamente se deshiela.
El Noctámbulo se vuelve leve, igual que voz en el silencio, y en pausa se eleva. La verdad sin contratiempos se extiende. En el sitio de Pontevedra, lejana heredad de San Antonio, contempla fulgores leves y siluetas extensas. Otra senda, encrucijada extensa, verdad que desgasta el sino de los eternos Señores. Extiende un anhelo en la madrugada de un Tiempo, lejano a las vicisitudes de profanos y exiliados. Un lamento se olvida, puesto que la verdad se refleja en las aguas que dormitan.
Cantabria aguarda en la lejanía, trazando sendas y vectores en un paralelo limitado. Los viajeros, los tejedores de realidades, trazan sendas específicas, lejanas al vulgo, y expresan verdades, anhelos e historias en pro del 21:1.
En los p42S y p42N se expresan senderos e intersectos eternos, que vitalizan antiguas Tierras y Tiempos dispersos. Los viajeros transitan senderos designados, sin intervención externa, extendiendo la eterna trama que vivifica muchos mundos y momentos.
El Noctámbulo, exhausto, se explaya en el exilio, e invoca a sus antepasados. Fulgores y siluetas de otros Tiempos, que en tejidos axiales, vuelven a esta levedad rasgada. Figuras en óleo que el Tiempo deslava, mas expertas en lo que ha sido, que trazan verdades venideras, siguiendo los designios de la Tierra.
En solsticios y equinoccios dispersos, algunos Señores vuelven. Leves, mas extensos trazos de óleo y copal. Fulgores pasados que evidencian lo que vendrá. Elevados que Antofagasta manifiesta, en el Solsticio que se presiente.
Los Tejedores trazan y trazan verdades y veredas. Clandestinos senderos, lejanos al vulgo, inmersos en Tiempos eternos, tejidos en el sigilo del momento. Reflejos y sendas que manifiestan la Seidad de la Tierra.”
Buscad vuestras sendas y encrucijadas. Trazad momentos e historias en los silenciosos atardeceres. Evidenciad vuestra intima misión, y proseguid con vuestra historia.
Sin más deciros, J 25 A.
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