Arica – Chile 18/09/25
“Resuelta y envuelta, viento incesante, ocre y copal, trazos indelebles, voces quedas, en la torcida iglesia que Huara explica. Momentos extraviados, tinte en sepia, luz trémula, vetas y venas ocultas y hondas, eterna hojarasca, telúrica trama, tinieblas y alwes enlazadas. Indisoluble tinta, tabla tras tabla, inconclusa leyenda, e infinitas existencias y avenidas. Misteriosa huella, tul que es estela, velo y mortaja, largas trenzas, tiara de madreselva y azahar, y anhelos que jamás se olvidan. Mirada extraviada, lejana y extensa, oculta y expuesta, que anhela e inquiere. Horizonte altivo, avenidas de salitre y cinabrio, torcidos árboles, hiel y absenta en la extinta botica, y una iglesia que jamás olvida. Muerte ataviada, otra voz e infinitos semblantes, que explica y traza historias caducas y verdades furtivas. Medianoche, hifa silente, trazo que es estela, y la Muerte en la cifra de la querella.
Havisham, honda luz en la afrenta, hiel y beleño, cicuta y ajenjo, copa de absenta y exilio, que todavía viste de azahar y madreselva. Mortaja en la hora queda, injusta estafa, estática intención, abyecta misiva; clavicordio quebrado, teclas insensatas y trémula música; velas extintas, vetas e hifas en caótico avance, alimañas e infecta estancia. Havisham alza la voz, y todo se vuelve olvido y llamas.
Bradamante, luz indomable, vendaval que es cilicio, trazo abstracto, velo eterno, valor en la lanza herida, honda aflicción, veneno en la leve hiel, tejido huraño, elevada existencia que subsiste en todos los tiempos y en todas las tierras. Mirada lejana, eterna cohorte, exiliada y extensa, que holla las tierras tras las tinieblas. Bradamante en la tinta trémula, en la avenida inconclusa, en las leyendas que olvidamos, en el eco que todavía titila.
Ofelia, luz extraviada, tul en la vertiente oculta, trémulo hilo, absenta y sauco, tranquila y externa, vestida de cristal y mortaja. La Muerte la cobija, el viento la explica, el exilio la traza y los olvidos la tejen. Mirada vacía, silente Náyade, velo que es estela, trenzas que enlazan el torcido salguero y el lejano copal, triste quebranto, en inquieto lecho, en honda aflicción, en eterna travesía, existe lejos y quizá. Medita Ofelia en el 21:1, en Revelación 3:11, en Hechos 7:30 y en la brecha de los tiempos.
Novia, luz en la interminable vía, velo cinabrio, eterna estela, tez exangüe, tul entretejido, viento y quebranto, quebrado fanal, que todavía anhela en las encrucijadas de Azapa. No fenece lo que la Muerte rehúsa. Existe todavía a la vera del camino, ataviada de azahar y olivo, tentando a la Muerte y alejándose de la Vida.
Resuelta y envuelta, la inquietante Muerte holla la lúgubre iglesia de Huara. Medita en la honda tristeza. Múltiple en todas las Tierras y Tiempos, extensa y eterna. Muchas verdades en la vaga Huara, que tejen otras idas y venidas. Havisham, Bradamante, Ofelia y Novia: tinieblas y llamas que expresa la venidera y lejana Muerte.”
Huara ya termina. El Testigo evade los tiempos, y vuelve a su ciclo. Hecho plasmado en Hechos 2:1-4. Medita Yggdrasil en Piedra Colgada, y teje valores y verdades. Múltiple e impasible, lejana y torcida, expresa lo que oculta el alwe precisa.
“Trazo en la savia, línea tras línea, hoja tras hoja, tortuosa madera, y la verdad se explaya en la solitaria extensión. Yggdrasil, mundos que convergen, se traza y explica en la vasta Copaquilla.
Los viajeros, los tejedores sistémicos, solo se trazan en las sendas de la Tierra. Juan se expresa en Joel y Joel se expresa en Juan. Inversos valores e historias que Yggdrasil teje en la solitaria Copaquilla.
Lienzo ocre, muchas sendas, Luz Quebrada, hoja tras hoja, Joel 2:31 a la derecha y Juan 1:32 a la izquierda.”
Sin más deciros, J 25 A.
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