Arica – Chile 05/04/17
“Lejos aguardan, en la penumbra de los días gastados anhelan, en lo
insondable el justo y preciso momento esperan.
Anhelan lejos, prestos
y evidentes para terminar algunos eventos e iniciar otras historias. Esperan,
silenciosos, en toda voz que se quiebra, en toda sombra que se alarga, en todo
fulgor que prevalece.
Mudos testigos en
Tierras y Tiempos espaciados, que proyectan lo venidero y subsanan lo errado.
Fulgores extensos que expresan otras Tierras en Tiempos trazados. Esperan
lejos, muy lejos, pero próximos a vuestra alma.”
“Álzate, levántate del polvo, desperézate, surca las Tierras y los
Tiempos espaciados. Regresa, vuelve del olvido, que las interminables arenas tu
voz anhelen, que las sendas torcidas se explayen y liberen, para terminar lo
que se ha escrito.
Vuelve
del olvido, surca los interminables desiertos, los valles quebrados y los
horizontes inversos. Es el Tiempo de la Redención, el momento de la Gesta. Expándete
para que los Elementos se desaten, para que la Tierra regrese a su valor
primigenio.
Eres un Señor de los
Elementos, voz que integra los vastos mundos, que regresa tras siglos sin
Tiempo para expresar la Sinfonía de la Elevación.
Álzate, recuerda, persevera.
Es el Tiempo indicado para que se manifieste lo evidente.”
“Embravecida voz, talante firme, que se refleja en todas las Aguas. Álzate,
recupera tu sitial, retorna a las tierras que te olvidaron, surca los senderos
sedientos, exprésate en los solitarios salares, en las olvidadas ruinas, en los
atardeceres soñolientos. Exprésate. Reclama las Tierras que menguan, que tus
Hijos vuelvan del olvido, que tu linaje regrese a las Aguas y que tu sangre se transforme
en sal y arena.”
“Álzate, voz que susurra en los Vientos. Recuerda y anhela para que las
Tierras se liberen de la impureza y mezquindad. Álzate, sé veraz y firme, que
el arrepentimiento no nuble tu cometido. Es lo justo, es lo que se anhela, es
lo que se espera para elevar las innumerables e infinitas Tierras.”
“Alma y Fuego, esencia y sendero, valor que desespera y anhela lejos y presto,
para trazar otras sendas, para abrasar la injusticia y el desapego. Libera las
tierras del yugo humano, extiéndete a diestra y siniestra para recuperar
Tiempos y Tierras.
Aliento que oscurece
el firmamento, que una vez cobijó el Tambora, sé presto y diligente en el
anverso de los Tiempos, para que la Elevación sea plena y la Geo-Navegación, certeza.”
“El Hombre Inmenso
teje y desteje una simpar Sinfonía para que regresen y se alcen los Señores de
los Elementos, para que la vanidad humana mengue y se olvide, para que el 21:1
se vuelva más evidente y menos tortuoso.”
Regresan los Señores de los
Elementos para no olvidarse más. Los invocaréis pronto. Expresaréis una
Sinfonía antes no trazada para que se geste lo venidero sin dilación.
Invocadlos, anheladlos,
volveos su sombra y voz ahora y más adelante. Surgid del olvido. Trazad otros
senderos para que los anhelos no fenezcan y vuestras obras no se olviden.
Las Aguas os invocan. Los
Señores de las Vastas Aguas os recuerdan. Permanecen expectantes entre Ilo e
Iquique. Liberad vuestro recuerdo e invocad sus historias. Trazad sus nombres
en solitarias arenas, para que las Tierras se vuelvan verdaderas y los Tiempos,
permanentes.
Seguid con más bríos, aunque seáis pocos en el sendero.
Muchos se han olvidado y quizá jamás regresen. Así es y no hay más.
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