Penumbra p. I

Arica – Chile                                                                                                                                                              05/06/13

Axis existen que otras y diversas realidades enlazan. Axis que han sido trazados por Antiguos Señores y señalados hace siglos.

Axis que surcan otras verdades, tierras y sendas, y que imponen otros vértices y ángulos en un sistema. Axis que sólo se revelan a aquellos que el Servicio expresan.

“El hombre alza la vista, y la verdad se le revela. Allá se encuentra el lugar que tanto anhela. Detrás de aquella parroquia, que el pasado ha torcido, aguarda, sin Tiempo y sendero, aquel axis.

Luz tenue envuelve la parroquia. Lejos se presiente un destino. A paso lento se aproxima, y su alma se vuelve extensa y compacta.

Detrás de aquella parroquia existe un sendero, una verdad y un anhelo. Detrás de un vértice, un ángulo y una existencia aquel axis aguarda.

Extiende sus brazos, y una cruz se vuelve. Y el más allá surca, y su alma atraviesa otros vientos, otras aguas y otras tierras.

Lejos en la oscuridad, lejos en el olvido, envuelto en el Tiempo, otras coexistencias contempla.

Otra tierra se vuelve reflejo, y otros Señores vigilan su existencia, y otros glifos trazan senderos. Y una verdad más allá se extravía, y surge un final y una tregua.

Luego de una eternidad, suspira leve, la cruz se desgaja, tenue bruma, y luego la parroquia que anhela.

Ha surcado otra existencia. Ha vuelto a esta levedad. Ha sido vendaval en otro lugar y Tiempo. Es Señor de las otras Tierras y Alma de bionauta. Y surcará una y otra vez aquellas tierras que tanto anhela.”

Axis que enlazan otras tierras, otros Tiempos y otras verdades, valoradas por el 21:1 o quizá por el 1:21. Axis que extravían a los incautos y que a los Servidores resguardan. Axis que almas extraviadas tuercen o desgajan. Axis que almas sin olvido enderezan. Axis que a veces vuestra verdad eclipsan, y que siempre se ocultan.

Algunos sólo verán una parroquia, o quizá un sendero vacío, a lo menos una tierra baldía, quizá una verdad desgarrada, una imagen de yeso, un hastío o un olvido. Cada uno verá algo o quizá nada. Detrás de aquella imagen especular sólo existe un axis, que a veces o algunas veces se extiende.

“Sí, allá existe el axis. Se revela en toda su extensión. Quizá el Tiempo desvanezca este momento, mas mi Alma siempre lo guardará.”

Un axis existe en aquella parroquia de Punta Negra, y allá las llevará el Alicanto. Faltan dos eventos. Uno se expresará en el Crepúsculo y otro, a media Nocturna. Nocturna que es valor de una medianoche.

Se trazará uno y el siguiente, semanas después. Sin embargo, aquellos eventos serán de una y varias. Unas trazarán el Crepúsculo y serán las que volvieron, y Nocturna será de aquellas que volvieron después.

El segundo evento invocará a aquellos que se olvidaron, y se le indicará la senda de regreso. Y la reliquia o quizá el recuerdo serán la voz de su desvelo.

Existen almas tan sumergidas en sus afanes, que viven atormentadas por el hastío, la tristeza y la venganza, aferradas a un título, una nacionalidad o una creencia, que no querrán volver a su Tiempo.

Aquellas almas están tan atrapadas, tan hundidas en su yo, que han olvidado su verdad, rehusando volver al sendero.

El tercer evento se encargará de aquellas almas extraviadas. Almas que finalmente volverán a su Tiempo. Será similar al evento anterior, y solamente podrán ir aquellas designadas.

El resto apoyará y no intervendrá, recordando la verdad y no la sombra de cada una. Así se ha dispuesto, y así se realizará. Quien no asista será marginada, porque otros eventos se aproximan que son de mayor entereza y entrega.

Serán apoyadas por varios Almasas que se extenderán en Crepúsculo o en Nocturna. Almasas que al Alicanto no pertenecen.

Chicauma espera, y allá se recordarán todos aquellos axis que se expresaron, pero que algunos olvidaron. Así es evidente, y así se trazará.

Luego vendrá Copiapó. Allá un sendero aguarda y no es igual al del Alicanto. Sólo se reconocerán, porque sus vías y almas son otras. Serán una sola voz para compartir, pero otras voces según su Alma.

Todo se ha trazado para evidenciar algo. Algo que ni los títulos, ni los nombres, ni la ascendencia explican. Algo que está sobre los egos, la personalidad y lo absurdo.

Sin más deciros, J 25 A.