Sitio señalado para expresar la voz de los Señores Antiguos, cuya sede se encuentra en Arica-Chile.

viernes, 4 de enero de 2013

De Otras Almas p. II

Arica – Chile                                                                                                                                                              15/05/12

Algo existe más allá de los senderos gastados y las sendas torcidas. Algo se presiente más allá de vuestra vida y sistema. Algo aguarda más allá de los vértices verticales y los ángulos horizontales. Algo existe, se presiente y aguarda más allá de vuestra Alma dividida.

Antes de vuestra verdad y leyenda, leves y difusas las tierras se extendían. Antes de vuestro sendero, sólo existían oscuros senderos. Antes de los Antiguos Señores, otros Señores trazaban su exilio.

Y vuestra Alma se volvió Sentencia, y los oscuros senderos se extraviaron. Sin embargo, todavía aquellos senderos existen y se extienden más allá de vuestras Almas.

V1: Me levanto, silencioso. No quiero despertar a los míos. A oscuras, me visto. Luego cojo mis lentes, que yacen sobre la mesita de noche.

Bajo a la cocina, sin hacer ningún ruido. Busco las llaves del automóvil, y las encuentro sobre la mesa del recibidor. Abro la puerta trasera, la que colinda con la casa vecina, y me dirijo a la cochera.

Trato de no llamar la atención de ningún vecino o transeúnte. Arriba, mi familia duerme plácidamente, totalmente extraña a mi travesía.

Miro a la izquierda y luego a la derecha. No hay nadie observándome. Lógico. Si son casi las cuatro de la madrugada. ¿A quién se le ocurriría vagar por la ciudad una noche de fulgor gastado y faroles rotos?

El automóvil enfila con dirección norte. Me quiero alejar de la ciudad y su rutina.

Quiero olvidar el hastío que aquella oscura ciudad me produce. Quiero estar en soledad con mis pensamientos. Quiero descubrir la razón de mi insomnio.

Quizá el trabajo. Quizá la rutina. Quizá el vencimiento de la hipoteca. Quizá los problemas conductuales de mi hija adolescente. Muchos problemas, y poco tiempo y dinero para resolverlos.

V2: Atrás queda la ciudad dormida con sus desvelos y tristezas. Atrás quedan mi vida y mi rutina. Sí, he tenido una vida extensa. Sin embargo, a veces, la he sentido vacía y sin sentido.

A veces, me dan ganas de dejar todo, de olvidar todo, de aborrecer todo. E imagino que un extenso viaje emprendo, rumbo a tierras extrañas, lejanas y desconocidas. Incluso, una vez compré una mochila, una brújula y una linterna. Sin embargo, y con el devenir de los años, quedaron abandonadas en un closet cualquiera.

Y atrás queda el último vestigio de mi anterior vida. Sí, estoy muy lejos de mi oscura ciudad. Y respiro aliviado. Siento que he dejado atrás una vida caduca. Mi cuerpo se relaja. La tensión desaparece. Suspiro. Me acurruco, y duermo.

V3: Una voz me estremece. Me incorporo. Raudo salgo del automóvil, y mi alma indaga su origen.

La voz me estremece de nuevo. Volteo, y algo, algo se extiende entre la severa frialdad y la extensa oscuridad.

Algo me observa y me limita. Algo que lentamente se aproxima. No sé qué razón lo mueve. Y, temeroso, retrocedo.

– Abandonad nuestra tierra – aquella extraña voz reclama.

Retrocedo cada vez más. Un sudor frío me envuelve. Y mi voz se quiebra.

– Abandonad nuestra tierra. Volved a la oscuridad. Volved al olvido.

Y más allá de aquella voz, otras voces se extienden. Y más allá de aquellas voces, otra ciudad y otro firmamento se limitan.

Trato de volver a mi automóvil. Sin embargo, ha desaparecido. Y más allá de la carretera torcida ya no existe mi ciudad oscura y dormida.

–Abandonad nuestra tierra. Volved a la vuestra. Volved a la oscuridad y al olvido.

– ¿Quiénes sois?– pregunto, y luego avanzo. Y me admiro por la valentía que demuestro.

– Somos los verdaderos Señores de estas tierras. Vosotros sólo existís en el Alma de aquella ciudad extraviada.

– No comprendo – y nuevamente me extraño por la valentía demostrada, que quizá algunos llamen «estupidez declarada» –. Explicaos.

– Sólo existís en el Alma de aquella ciudad extraviada. Si aquella ciudad oscura se olvidara, veríais la verdad que se ha soslayado.

– Expresasteis un sistema, un valor y una existencia extrema. Sí, vosotros. Vosotros expresasteis aquella ciudad gastada. Y más allá de ella, sólo existe la verdadera existencia.

Retrocedo. No quiero seguir escuchando. Quiero abandonar aquel sitio y temor. Atrás quedan aquellas voces y verdades torcidas. Atrás queda aquel sitio que existe entre tierras. Atrás queda aquella verdad que a algunos destrozaría.

El automóvil, el automóvil. Sí, ahora lo veo. Está donde lo aparqué. ¡Cómo no lo vi antes! ¡Iluso de mí!

Emprendo el regreso. Y, lentamente, más allá del sendero, una ciudad dormida se asoma.

Sí, existe aquella ciudad. Sin embargo, solamente existe en mi memoria, en mi alma y en mi sistema. Y más allá de ella, solamente existen tierras de oscuras sombras.

Así también vuestra ciudad se señala. Vuestra ciudad gastada existe, si vosotros existís. Todas vuestras almas forman y limitan su Alma. Y cuando vuestras almas se olviden, ella también se olvidará.

Y más allá de vuestras almas, existe el Alma de aquella tierra. Y más allá del Alma de aquella tierra, existen otras Almas y verdades.

Y si osáis surcar senderos extraviados, sabed que allá la voz de vuestra Alma no llega.

Aquella Alma tiene verdad, valor y Tiempo señalado. Difiere de sus otras Almas, que son de valor inverso.

A veces, sucede que algún valor o verdad rehúye su Alma (Telos), surcando Almas Inversas.

¿Qué son Almas Inversas? Son aquellas Almas que son Sentencia de la vuestra, las cuales se expresan en otras versiones sistémicas.

Así se explica lo sucedido en Cuya. Fuisteis a otra Cuya aquel día del accidente. Y volvisteis a vuestra Alma el día que os señalamos.

Y más verdades se señalarán en venideros escritos. Sin embargo, algo aquí adelantamos: vuestra ciudad surca una verdad extraña y un alternativo tiempo. La otra ciudad, de la que volvisteis, se ha olvidado sin más.

El Teseracto se extiende y define. Limita la Segunda y Cuarta Alma. Y cada Alma es un valor, y cada valor será expresado por un Alma Grupal determinada.

La Segunda Alma se señala y explica con el valor de Adviento, y sólo la evidencian aquellos que volvieron de la otra Arica. La Cuarta Alma se evidencia y explica con aquellos que volvieron de Molinos.

La Segunda Alma será Sentencia de aquella Alma que el Alicanto define. Y será de alma a alma su verdad.

Y la Cuarta Alma será Sentencia de todos aquellos que vendrán cuando sea el tiempo señalado.

Y la Segunda Alma será sendero y verdad de aquella Alma que el Alicanto define. Sin embargo, será una sola voz la que señale lo venidero, y una sola voz señalará el sendero del Alicanto.

Y la Cuarta Alma se volverá diversa si la situación lo amerita. Y sólo se verá cuando aquello acontezca.

Seguid y seguid. Así es lo que señala el sendero.

Sin más deciros, J 25 A.


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