Arica – Chile 12/04/25
“Medianoche en la incierta tierra, inquieto viento, triste historia, voces quedas, trazos ocultos e invisibles hebras en lejano firmamento, inconcluso horizonte, torcidas e imponentes construcciones, hollín y brea en extensa avenida, exangües y quebradas farolas, luto en la honda tragedia e intemperie en los yermos anhelos. Mirada hosca en las aviesas tinieblas, húmeda luz en solitario cadalso, cinabrio en el flagelo que intimida, vitrales humeantes, templo maltrecho, óxido en la copa maldita, hiel en el vino y tóxico quebranto en la pila bautismal. Extensa extinción en la quieta tierra, telúrico evento, cruenta batalla, vil contagio, hi(a)tos a la luz de los eternos exiliados. Yggdrasil entre abrojos y esquirlas, existe y padece, tal testigo atónito, la maldición de los Inmortales. Mundo alterno, evidente y extenso, que existe y vela en Chile. En la clepsidra olvidada, en el sextante oxidado, en el calendario ajado, todavía prevale 1932.
21:1 en los anhelos de Lot, vetas y venas en la telúrica hifa, herencia de los Elimas exiliados, constancia de Tobías y consuelo en el alma de Job. Tesalonicenses 2:4, que limita la instancia externa, bajo el arbitrio de otros Elevados, que anhelan otras tierras y otros eventos. Eco que se extiende en todas las tierras y existencias, en todos los tiempos y anhelos, en todas las invocaciones y letanías.
Mas los hi(a)tos evidentes se explican, en los tiempos trazados, si se conjugan eficientemente los múltiples astrolabios. Entonces, solo entonces, las sendas se explayan y las tierras se alían. Medios o avenidas que hollan eternos viajeros, lúdicas formas, extraños tejidos, hondos anhelos e intensos valores. Murni charicha en la tétrica avenida: vuelve la luz que la Muerte evita.
Mirada honda, oscuro tul, infinitas e inquietas caretas, tez multiétnica, ocelos de brea y obsidiana, leve mueca, sibilante voz, extensa cabellera - hebras o hilos de copal y liana -; a veces, eterno y otras veces efímero; hombre y mujer y quizá, envuelto en anhelos y desafíos. Nómada incorregible, eterno viajero, que holla todas y algunas tierras. Medianoche, tinieblas en la calzada, otra existencia y otra tierra, lejana Tocopilla, hiel telúrica, inconclusa clepsidra, tiempo alterno y otro hito en 1932.
– He vuelto luego de incontable tiempo.
Mas otra tragedia existe, invisible, expectante, vigilante e intensa, que la clepsidra contiene u oculta. Millares de alwes en eterno exilio, llamaradas y trazos en el lejano horizonte, tóxico viento, tal vez un conflicto extendido o una batalla limitada. Mas el Nómada, vidente de otra existencia, eterno viajero, existente en todos los ahora, teje otros anhelos y evade aviesas intenciones. Explica lo venidero, lo que oculta la vetusta Tocopilla.
Mirada en la mirada, tul de lirio y hojarasca, vahído en la intensa luz, y una temblorosa joven que pregunta: «¿Quién sois?»
– Soy Hank, el Fugitivo.
Mientras lejos, lejos de Yggdrasil, lejos de las múltiples avenidas, el viento evoca “I've Been Everywhere”
Medianoche en la incierta tierra y en las exiliadas y olvidadas alwes.”
Sin más deciros, J 25 A.
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