Aquello que ha estado en el olvido regresa, para que las
vías y senderos sean más evidentes.
Desde el ayer lo venidero se expresa, según la voz y
escritura de los Señores Antiguos. Y Almas que han sido, son y serán expresan
lo que se señaló antes de la travesía.
Ecuador ha quedado atrás. Sin embargo, es más evidente
ahora, es sendero que trazará venideras verdades.
A él regresasteis para volveros menos difusos y más íntegros.
A través de voces, lenguas arcaicas, senderos entre eras, vientos y aguas que
susurran verdades, aquella Sombra del pasado se expresó.
Se subsanó un ayer, y aquel ayer evitó que otras sendas
se extendieran extensas. Y la sangre y el olvido y el exilio más leves se
volvieron; y las brumas del Temor, el Crepúsculo desvaneció.
Y otros ayeres, y otros
ciclos trazaron su verdad, y los 21:1 se volvieron más verdaderos. Y todavía
algo se traza en silencio, verdad y misterio.
A aquel sitio de Cronósticos vuestra alma os llevó. Allá
entre verdades, almas antiguas, anhelos inconclusos, invocasteis el Alma de
aquella era.
Sí, en aquel sitio de verdades, aguas y Señores antiguos
vuestra Alma Antigua recobrasteis.
Alma que es recuerdo. Alma que es voz de aquellos jóvenes
que ya no existen. Alma que enlaza aquellas almas que los J 25 ocultaron.
“Algo de verdad,
algo de sentido, algo de leyenda, algo que nos identifique quedará aquí,
esperando a aquellos que ya no están.
Algún día regresarán.
Volverán siendo otros. Volverán, y serán los que fueron. Será un nuevo ciclo y
la eclosión de otro fulgor.
Aunque las eras pasen
sin sentido, aunque la vejez nos reclame, aquella Alma seguirá invocando su
regreso.”
Así la Visión se volvió extensa en toda coexistencia alertada.
Y vuestras almas se extendieron, siguiendo los sagrados anhelos del pasado. Fuisteis
un solo Cuerpo y muchas almas. Almas y recuerdos, tierras y coexistencias,
verdades y olvidos, trazos y rectas, ángulos y vértices, Antiguos Señores y los
que algún día serán, las otras Tierras y la Visión evidenciaron.
Aquel evento marca un antes y un después. Año Cero que
trazará vuestro sendero por siempre. 231 que determinó una vibración que abarca
todas, algunas y más coexistencias.
“La Visión concluirá cuando mi vida concluya, y a lo lejos Aldebarán me
invoca. Aldebarán, Aldebarán. Sí, aún recuerdo las extensas tierras de Aldebarán,
antes de ingresar al sendero de los Señores Olvidados.
Y cuando todo
concluya, mi horizonte sólo señalará a Aldebarán. Aldebarán, Aldebarán es mi
respiro y Alma.”
Regresan las travesías y se expresan otros senderos, y
todo sigue su cauce natural.
Todo evento se realizará el segundo o cuarto sábado del
mes, expresando lo señalado.
Un pueblo que desfallece se señala. Un lugar donde no
existen anhelos, donde los afanes e ideales el viento desgasta. Allá una Sombra
surgió. Allá una Sombra de olvido y miseria se extiende en la Penumbra.
No existe un sendero de
regreso, si las sombras se alargan; y las aguas son más bravías, si los jóvenes
sueñan con un porvenir.
El Alicanto recuerda aquel sitio que se olvidó. Allá se
olvidarán los que se olvidaron. Aquellos que su vida trazaron en Chañarcillo.
Iréis para olvidar lo que se
debe olvidar, y el próximo mes activaréis un axis. Así marzo y abril están limitados.
Un marzo que es solamente de Crepúsculo y un abril que es solamente de
Nocturna.
Ulises retomará lo que dejó inconcluso el Fragmentado. A
aquello su vida se enfocará. Es el último llamado. Si se extravía, será un Elías
hasta el fin de su vida.
Todo regresa, y el Teseracto todavía no concluye, y falta
algo más.
Seguid, y seguid con la certeza que lo venidero será más
excelso.
Sin más deciros, J 25 A.
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