Arica –
Chile 07/07/13
Antes
que se olvide, antes que se extravíe, antes que la Soledad rasgue su alma, algo
se rescatará.
“Y me vuelvo levedad, y surco aquel lejano axis,
y su verdad y Sentencia revelo.
Aquella tierra no me es extraña ni su Soledad es extensa.
Varios viajeros aquella tierra surcan, expresando su voz, verdad y sendero.
Así, afianzados, mirando al infinito, sumidos en el Alma
de aquel lugar, invocamos a aquel que está Más Allá.
Aquel que está Más Allá será Fulgor de Primavera en un
Tiempo más.
Mi voz es la suya, mi anhelo es el suyo. Y mi alma es
sólo leve jirón de aquella que se extiende más allá de la solitaria Chacaltaya.
Vuelvo a mi verdad y a mi materia. Sin embargo, aquella Soledad
será mi Sentencia y los Señores que me asisten, mi Alma certera.
Amanece, se olvida la noche, y volveremos a la materia,
surcando tierras que siempre limitan. Volvemos a la verdad que nos expresa y
traza, pero que siempre desgaja.
Aquí estoy, atrapado
por el Tiempo y la Forma, anhelando un venidero Crepúsculo, amparado por la
caridad, presintiendo a los de mi sangre, arrinconado en un modesto cuarto,
recordando almas y Sentencias extraviadas.”
Aquel
que se olvida en Antofagasta, aquel que vuestra travesía traza, aquel que se
expresa y limita en estas tierras, es Alma y valor de vuestra verdad. Aquel
Señor que os anhela traza verdades y valores en el Crepúsculo, y surca aquello
que se olvida.
“– ¿Quién sois?
– Soy el Guardián entre el Centeno. Soy aquel que os
salvará en algún momento. Soy aquel que se extravió pero que siempre anhela.”
Antofagasta
aguarda, y algo más. El Guardián del Centeno oculta una verdad y traza una
historia. Algo se devela, algo se oculta, algo se tuerce, mas siempre se
explica.
Antes que se olvide, otra verdad se explica. Almas y
Señores a vosotros expresan para que el valor 21:1 sea evidente. Aquellos
Señores son verdaderos, y existen en el aquí y en el allá.
Algunos
anhelan verlos o quizá presentirlos. Vuestra misión es el múltiple Servicio, y
no un juego de personalidades y ataduras.
“Allá se extienden
los Señores Antiguos. Allá se aprecian sus Formas sin Forma. Es imposible limitarlos,
porque lo limitado jamás entenderá lo que no tiene límites.
Sin voz, sin visión,
sin alma y sin mente quedaréis, si intentáis trazarlos. Su Verdad excede la
vuestra, su Sentencia aniquila la vuestra, su Alma eclipsa la vuestra, y su Forma
mengua la vuestra.
Una zarza ardiente, una
señal en las aguas, un reflejo difuso, una voz sin sonido expresan su materia,
levedad y anhelo.
Si queréis verlos, quedaréis
extraviados. Si queréis atrapar su Alma, la vuestra extraviaréis.
Aquellos que nada
anhelan, nada trazan y nada tergiversan sabrán encontrarlos. No será ni antes ni
después, sino en el justo momento.”
Aquellos que ya no son Ulises a Copiapó viajarán. El axis
se extiende más allá del Salar de Maricunga. Allá otros Señores se expresan.
Allá sus tierras son más próximas. Allá concluirá una travesía que en la
Candelaria comenzará.
Aquellas que son del Alicanto Preludio las señala. No
intervendrán en la travesía de aquellos que ya no son Ulises. No olviden que
son Almas Grupales diversas y excluyentes. Su nexo es de coordinador a
coordinadora, y no existe más voz.
Medimos su prestancia, entereza, respeto, observancia y
responsabilidad. Y si lo aquí expresado no es suficiente, intervendremos de
otra manera. Es la voz y es la Sentencia.
Aquel que ha estado extraviado en Puerto Oscuro volverá a
su misión. Y algo más pronto se dirá.
Los senderos se aproximan, mas jamás son uno. Los
senderos se bifurcan, mas jamás se tuercen. Un alma jamás será verdadera, si
otra la limita.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario