Sitio señalado para expresar la voz de los Señores Antiguos, cuya sede se encuentra en Arica-Chile.

martes, 14 de febrero de 2012

Finis Terrae p. XV

Arica – Chile                                                                                                                                                              08/09/11

Sentado al borde del abismo, cobijado por la oscuridad y fulgores moribundos, el joven aguarda.

Leve brisa surca su rostro, y gélidos se vuelven sus sueños, y se contiene para no llorar.

Allá alejado en el final de todos los senderos y tierras, el joven se lamenta. Se lamenta por los venideros tiempos.

Tiene la absoluta certeza que las tierras se volverán sombrías, expresando senderos y vías hacia ningún lugar.

Levanta su mano y acaricia la leve brisa, como si quisiera sosegarla. Respira profundo, y siente el aliento del bosque próximo. Se recuesta en la tierra para sentir el pulsar infinito de todas las tierras.

Lejos se escucha el aullido de un lobo extraviado, y la oscuridad le devuelve miles de voces sesgadas.

Su alma se desgarra. Y de escarcha son sus lágrimas y de viento tosco, sus sollozos. Es imposible resistir tal melancolía y torcer su aciago destino.

Él sabe que todo aquello se volverá olvido y destierro. Él tiene la certeza que cada alma y sentencia, exiliadas serán del Alma de todas las tierras.

Sabe con certeza absoluta cuándo será el final de todos los finales. Sabe que todo será un extenso vacío, más vacío que el exilio.

¿Y cómo él conoce aquel aciago destino? Él ha surcado aquellos tiempos y senderos. Por tanto, su verdad es verdadera y su tristeza, extensa.

Cubre su cara, se arropa ligeramente, silencia su voz, y lentamente abandona aquella soledad.

A los lejos voces dispersas y luces apagadas, lo buscan en demasía. Se ha extraviado, mas no se ha olvidado.

Sabe que debe volver al pueblo. Allá una familia lo espera y lo recuerda. Allá sus compañeros de grado lo aguardan, anhelando nuevos juegos y desafíos. Allá el médico de a familia le dará uno que otro remedio para que olvide sus errados sueños. Allá el sacerdote alistará sus libros antiguos para liberarlo de aquello que lo tortura.

Y el joven mira por última vez aquella extensión, sabiendo que en milenios más sólo existirán el vacío y la soledad. Ambos senderos que él mismo trazó, cuando quiso igualarse a los que están más allá de las eras y tierras.

Así es el sino de los Krabat que se extiende entre tierras y sentencias, cuando el tiempo sea el señalado.

Y en Locumba Tarata se evidencia, siguiendo la ruta de todos aquellos que se exiliaron a otros tiempos. Krabat que se vuelve Katako, y Katako que se vuelve Melancolía.

Y allá Melancolía es más evidente. Tan evidente que agrieta almas y extravía sentencias. Volved a los escritos lejanos, y sabréis cuál es vuestra verdad en aquellas extrañas tierras.

Y cada joven que se evidencia en este tiempo, es un sendero errado que se desvanece en las tierras que vendrán.

Y cada joven es sentencia de la Tercera Alma, que sueña entre aguas y tierras de todos y ningún tiempo.

Y la Segunda Alma aguarda en la lejanía. Allá descubriréis al que os anhela, y que es sangre vuestra. Id, y sabréis.

Y más allá del Llano de Varas un Señor se expresará, para volverse alma de los axis olvidados.

Allá alguien será la vara que separe las aguas del ayer. Alguien será voz y destino. Y alguien llamará a los Señores de todas las tierras. Almas que evidenciarán al Señor que susurra en el desierto.

Y si es verdadera vuestra verdad, Melancolía se habrá olvidado, y otros senderos se extenderán.

Y las almas se volverán sentencias y reclamarán que aquel Señor regrese, descalzas y vestidas sólo con su juventud e ideales.

Sin más deciros, J 25 A.


No hay comentarios.: