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martes, 26 de octubre de 2021

Ars Antiqua p. VII

 Arica – Chile                                                                                                                                                              24/10/21

Ocre extensión, sendas gastadas, horizonte inverso, verdades milenarias, linajes extensos y una luz que es solo memoria.

El Presciente, el tejedor de milenios, el vasto anhelo, extenso en todas las Tierras y en todos los Tiempos, evoca lo que ha sido y lo que será. En la extensión eterna, en horizontes reflejos, entre el silencio y el olvido, se vuelve voz y anhelo, leyenda y sentencia, trazo y vector.

Milenios a la deriva se evocan en menos de un segundo. Tierras muertas, vientos que laceran, sendas de ocre y hueso, tribus extintas y múltiples fulgores. Ragnarök en pleno. En la verdad que se explica, en Tierras que convergen, en horizontes inversos, los últimos Hombres trazan su exilio. Muy lejos, en las sendas torcidas, a la luz de otro Tiempo, otras leyendas se explican.

El Presciente, el tejedor de sendas, el trazo en los trazos, la verdad que explica, evoca milenios olvidados. Civilización colapsada, aguas inquietas, tierras asoladas, luz en las Tinieblas y tinieblas en la Luz. Evidente la extinción en las sendas del Hombre, en las Tierras que menguan, en los territorios de A(d)versión.

Rojiza senda, verdad en ciernes, múltiples extensiones, los del Crepúsculo cruzan. El 21:1 en la levedad de la Tierra. Las vastas aguas y los infinitos litorales ya no existen. Totalidad vacía y rojiza. Médanos y lamentos, huesos y esquirlas, oxidadas cruces y muchas tumbas. Extinto hombre ya no se anhela, porque otras existencias se explican en las solitarias arenas. Fulgores, almas y anhelos solamente transitan las calcinadas sendas, las ciudades olvidadas y las resecas playas. El 21:1 expuesto, luego del último Carrington. Es símbolo y letra lo que el 21:1 gesta.

El Cántabro, tejedor antiguo, luz en las Tinieblas, traza un valor en la soledad de las aguas. Evidente en lo venidero. Entiende que las sendas de la Tierra se vuelven extensas, si los del Crepúsculo las limitan. Comprende que la verdad del milenio se explica en las olvidadas Tierras que el p42 traza.

Es una verdad excelsa, abstrusa y extensa. Los paralelos del Hombre no explican los anhelos de la Tierra. Las sendas del Hombre son distintas a las sendas de la Tierra. Los verdaderos Evasores solamente se extienden en las sendas de la Tierra. Por tanto, las coordenadas del Hombre no explican las coordenadas de la Tierra. Es por esta razón que a veces los servidores se extravían.

La Tierra expresa co-ordenadas verdaderas, las cuales solamente los Tejedores trazan y entienden. Muchas veces la verdad se extiende en la inversa existencia que es simple reflejo o antípoda.

M. S., tejedora innata, se extravía en las extensas Tierras de Mongolia Interior, que es valor inverso a Chiloé. Develada verdad que os atrapa y libera en el p42S. Después de un tiempo en la oscuridad, en el reflejo tras el reflejo, extraviada en tardes insomnes, la verdad se explaya sin contratiempos ni dobleces. Un Templo salino vela la co-ordenada de la otra Luz Alzada o Quebrada.

El Tejido se expone mas igual se embrolla si los servidores extravían sus ideales y anhelos. Es simple y abstruso, evidente y oculto, olvidado mas no tanto, extenso y lejano. En la verdad que se traza, muchas sendas y Tierras cuajan. En el servicio evidente, en las travesías infinitas, los Hombres de la Tierra, los tejedores eternos, tejen y destejen anhelos y existencias, almas y Sentencias, luces y sombras, momentos y memorias, co-ordenadas y vectores, excelsos ideales y elevadas intenciones.

Leed y releed, y hallaréis una verdad y un destino. Extendeos en las sendas de la Tierra y olvidad las sendas adoquinadas que os limitan.

Sin más deciros, J 25 A.

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