Ars Antiqua p. VI

Arica – Chile                                                                                                                                                              17/10/21

“Extenso en las sendas del Hombre y en las sendas de la Tierra. Muchas Tierras en los horizontes inversos. Fragmentada verdad que expresa múltiples trazos e infinitas leyendas. En la extensión sistémica, a la vera del sendero, entre lo que ha sido y lo que será, el Teúrgo silente, el valor conjugado, se extiende y anhela.

Revelada aesthesis, Liturgia profunda, extensión en los vértices, eterna verdad expuesta en las interminables y extensas eras. El Profano, el tejedor verdadero, el vértice justo, se explaya en la multiplicidad de las sendas.

Las sendas del Hombre, los trazos irregulares, explican travesías en la levedad de la Tierra. El Profano, el Teúrgo desatado, el tejedor de eventos, el Vitrubio cifrado, se traza en las sendas quebradas, en los territorios gastados, entre la vasta soledad y el extenso olvido. Trazo en el hastío, travesía en la inmediatez, leyenda en las Tierras que menguan. Lejos existe la villa, los anhelos expuestos, la vileza del hombre, las sendas olvidadas y la vida limitada.

El Profano, en la soledad que inquieta, lejos de la multitud, evoca su travesía y misión. Las sendas del Hombre las traza el hombre, y las sendas de la Tierra las traza el Hombre Inmenso. El hombre limitado solo transita sendas adoquinadas, mas el hombre ilimitado transita muchas e infinitas sendas. Muchas sendas en muchas Tierras y muchas verdades en las infinitas Tierras.

Lejos, en la oscuridad extensa, entre lo que ha sido y lo que será, en el bosque que mengua, el tejedor sistémico, el Teúrgo silente, se explaya en las sendas de la Tierra. Misión y travesía, verdad y anhelo, expuesto e impuesto, cifra y valor, en el trazo de John Carter, el Profano otras Tierras visita.

Contempla las sendas de la Tierra. Fulgores en toda su extensión. Múltiples valores y extensos vértices. Cimbreantes trazos, sinuosas líneas, almas y existencias en singular armonía. Prófugo del Tiempo, lejano a la mediocridad, extenso en sus anhelos, el Profano se explaya en las sendas de la Tierra. Igual que viento en los médanos, la verdad lo teje lejano y presto. En la trayectoria del alma, en las sendas de la Tierra, muchas verdades y anhelos convergen. Múltiples trazos bioluminiscentes se explayan en todas las Tierras y Tiempos. Es la senda elevada que solamente surcan los Hombres Inmensos.

En las sendas de la Tierra es otro el Tiempo. Milenios en la cifra del segundo. Extenso o compacto, convergente o divergente, otro o el mismo, múltiple o alterno. El Tejedor limita su expresión y momento.

Ars Antiqua que elevados y excelsos valores expresan y trazan. En la verdad del milenio, entre lo que ha sido y lo que será, en la silente vastedad, se explayan elevados humanos. 21:1 evidente y manifiesto que anhela lo que vendrá.

El Profano, lejos de la multitud, en la vera de otro Tiempo, vuelve a las sendas del Hombre, a la Tierra inmediata, a la villa que mengua, a la prisión que lo limita.”

En Chiloé las sendas de la Tierra se explayan y manifiestan. Paralelo que es verdad y valor, momento y anhelo, mas, por sobre todo, axis elevado y extensa luz.

Muy luego las sendas del Hombre y las sendas de la Tierra confluirán y ya nada será igual.

Sin más deciros, J 25 A.