Arica
– Chile 12/10/15
“Extenso,
más extenso que mis pesares, se extiende el rojizo desierto. Una extensión
vacía, sin siquiera una brizna verde, asolada por un traidor y tóxico viento.
La soledad traza extraños signos en la arena gastada, lejos siluetas extraviadas
claman justicia. Un lamento se curva en el horizonte, mientras surco, silente,
la muerta avenida.
El ayer me reclama. Una sociedad torcida
sin vastos anhelos. Una tarde que se quiebra. Un estallido extenso, fulgores
dispares, la muchedumbre aterrada. Un segundo, un segundo bastó para que todo
muriera.
La arena escurre, lenta y cansina, borrando
mis recuerdos. El viento pregona otros ayeres, algunas memorias y muchas lágrimas.
El rojizo desierto es un osario inmenso. Desierto que se extiende más allá de
mis anhelos.”
“La
tempestad fragua memorias, mientras mi barca surca los Pesares. No existe
tierra segura. Los mares se extienden hasta la lejanía, próximos al firmamento.
Náufragos,
anhelando tierra firme, inmersos en pesares que a nada llevan. Exiliados por imbecilidad,
atrapados por los egos, pregonando dogmas sin ningún asidero, gestando batallas
sin tregua, expropiando tierras ajenas, sencillamente, por el anhelo de poseer.
Vacías
las avenidas, inundadas las vías y muertas las tierras me esperan. No existe un
mañana favorable para aquellos que denigran la Tierra.”
“Me
visita una añoranza toda vez que la tristeza me embarga. Recuerdo las avenidas
atestadas, los jóvenes rumbo al colegio, las madres preparando la cena y los hombres
inmersos en sus desvaríos.
No existe, ya no existe nada, ni
siquiera un susurro o un latido. La estirpe de los hombres se ha sumido en el
largo silencio que es el olvido. Nadie los recordará. Nadie sabrá siquiera que
existieron. Huella que leve brisa, inmisericorde, borrará.”
Muchos ayeres, muchos ahoras, muchos
mañanas se extienden. Misiones que se trazan o tachan. Memorias que se invocan u
olvidan. Señores que surgen y otros que se abisman.
El Hombre Inmenso se extiende en un punto
intermedio y visualiza los posibles ayeres, los posibles ahoras y los posibles
mañanas. El Hombre Inmenso traza valores y sendas que nadie intersecta (1). El
Hombre Inmenso propone haberes y deudas para extender un 21:1 u otro valor. El
Hombre Inmenso se expresa en Tierras, Tiempos y Almas para proponer una vía que
sea verdadera y, por ende, evidente.
El Hombre Inmenso regula y extiende un valor,
una verdad o quizá un exilio. El Hombre Inmenso se vuelve otro Hombre Inmenso
si así se requiere.
Expresad lo venidero para que surjan
los ayeres o quizá los ahoras o tal vez los mañanas. Meditad en un punto
intermedio para que visualicéis lo que ha sido, es y será. Una verdad se
extiende más allá y lejos de aquí.
Otros ayeres, otros ahoras y otros mañanas
serán expresados para evidenciar un 21:1 u otro valor.
Volveréis a los ayeres, a los ahoras
y a los mañanas, para proclamar una verdad, eliminar un extravío o torcer un
sendero. Seguid las sendas que se expresarán lejos o aquí.
Sin embargo, no será en soledad vuestra
travesía. Otros se extienden en los ayeres, en los ahoras y en los mañanas.
Otros existen para que prosigáis el sendero.
Trazos y óleos os aguardan. Existen
señales atrapadas en el ayer. Memorias que anhelan, silenciosas, en arboledas
olvidadas. Una señal en una fachada antigua. Infinidad y menos que más trazan
vuestro sendero en el aquí, en el mañana o en el ayer.
No obstante, si los egos se alteran,
si vuestras obras son torcidas, si prima lo ínfimo, más se resquebrajará
vuestra Alma Grupal, quedando a merced de los Otros. Aquellos que anhelan otras
vías o senderos.
Estamos en vosotros. Sin embargo, si
vuestra luz se apaga, quedaréis a su merced, y nada podremos hacer.
Seguid. Surcad los Tiempos y las
Tierras. Esperad lo venidero para progresar en los innumerables ayeres, ahoras
y mañanas.
Anhela en el ayer, anhela y se desespera.
Espera una voz mientras se vuelve Invocación. Deambula, sinuosa, entre la
amplia alameda, esperando, tan solo esperando aquello que una vez prometisteis.
Pica no es juicio ni determinación.
Es otra historia y otro ayer, al cual por ahora no pertenecéis.
Locumba aguarda para que la Tercera
Alma regrese y se recuerde. Seguid, pero seguid cautos, sabiendo que muchos anhelan
o envidian vuestro sendero.
Sin más deciros, J 25 A.
(1) Interseca – Intercepta.
J 25 A 11/01/16
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