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domingo, 27 de junio de 2021

Ad Portas p. VI

Arica – Chile                                                                                                                                                              25/06/21

Medianoche en la senda, trazos ocre y copal, vientos y verdades, horizonte extenso, lamentos y fulgores y un anhelo que no ceja.

Fulgor lejano en inhóspita Tierra, levedad en las sombras, sendas gastadas y un valor que declina. 1960 en la historia, lejanos y confusos vientos, trazos en el extenso horizonte y verdades que confunden mas también explican.

1968. Música queda, Tiempo gastado, sendas extraviadas, manantial lejano y un hombre que surca la extensión silenciosa. Un anhelo que no ceja, un valor en la oscuridad, una travesía incansable y un caribú que se aleja. Justo alimento, heredad de la Tierra, luz en la oscuridad, miseria resuelta.

El Cazador, el tejedor solitario, inmerso en el silencio, aguarda y anhela. Lejos siluetas se trazan en la solemnidad del momento. Levanta el rifle, arquea la espalda, contiene la respiración y jala el gatillo. Un instante en el dejo, un estallido y luego silencio. Caribú moribundo, celo de cazador y confianza desmedida.

Trazos ocre y copal se extienden, horizonte inverso, vientos que laceran, un aullido lastimero. Forma leve, trazo profundo, oscuridad que amenaza y algo, algo que estremece.

El Cazador, rifle a la diestra, observa una silueta inmensa. Garras y mandíbula, cerdas oscuras, hedor insoportable y cálido aliento. Efigie de otro Tiempo, leyenda incomprendida, silencioso testigo de Tiempos que confluyen.

El Lejano, valor de otro Tiempo, vendaval de instinto, mira fijamente al Cazador. Enemigos circunstanciales, anhelos que confluyen, valores de Tiempos disímiles.

Un estallido, luz que se quiebra, luego silencio angustiante y pleno en toda la extensión que se explica.

1936. Lejos de su hogar, atrapada en una contienda que desconoce, huye y medita, se esconde y reza, traza huidas y celadas en un ajado cuaderno. Muchos sentimientos desatados que se traducen en sendas historias y en muchas herejías. Tierra asolada, tumbas vacías, ciudades abandonadas, refugios copados.

Muchos temen volver a su hogar, porque otros se explican en las amargas sendas. Trazos de otro Tiempo, tal vez del ayer o quizá del mañana. Mas son alimañas lejanas al ahora, que subsisten o existen a costa de los caídos.

– Trigésima cuarta semana. Esta mañana vi a una de ellas. Me aterroricé, mas luego me contuve. Es muy cierto el refrán: «La curiosidad mató al gato». Me acerqué lo más posible, y la observé con más detalle. Mezcla entre araña y escolopendra, traza carbón y zafiro, inquieta, temblorosa, hambrienta y brutal. Jamás vi algo semejante en los libros de la escuela. ¿Pertenece a esta Tierra y momento?

La joven ya en su refugio medita y elucubra, absorta en el firmamento teñido de sangre.

1960, ad portas de la expresión de Tiempos innumerables y enlazados. Tierras y momentos se comparten, si las sendas del Tiempo se expresan. Un valor que es Tiempo vibra en todos los ahoras y se manifiesta en todos los momentos.

1960 se explica en 1968, en 1936 y en muchos más. Mas otro valor vendrá en el Tiempo del Tal Vez. Recabad información sobre el Evento Carrington, que tergiversó Tierras y Tiempos.

Proseguid en la senda y algo más. Todo se limita y explica en su justo momento.

Sin más deciros, J 25 A.

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