Evadís tiempos de olvido, para expresar eventos de extensa existencia. Así es vuestra misión, desde que el tiempo no era.
Tierras baldías se expresan en el por-venir, ya algunas en vuestra travesía habéis visto. Sin embargo, es lo venidero, lo que expresará el Viento del Perpetuo Cambio. Son los devenires que, una y otra vez, se entrecruzan, y confunden los ayeres y los mañanas, en sinfonía infinita.
Sabréis pronto si estáis salvando el ayer o el mañana, o quizá ninguno de los dos. Quizá estáis salvando todos lo ayeres y todos los mañanas de todas las tierras que tienen la virtud de existir, y que están interconectadas por biotesélicas líneas.
Quizá sean vuestras almas y sentencias las que anhelan eso, para poder tener la virtud de la seidad, pues sin ayeres ni mañanas no existe el presente, y el Árbol de la Vida se seca y polvo se vuelve.
Difícil tarea es, mas imposible no es. Y si en extrañas palabras os hablamos, es sencillamente pues extraños días se avecinan. Nada quedará en el olvido, y muchos escritos ahora dejarán de ser difusos. La unidad entre ellos es inseparable, y es deber vuestro encontrar el axis que los expresa.
Las vías geodésicas regulan las tierras y sus devenires, pero el Geómetra que las regula es aquel que en días de tinieblas os ilumina. Es el valor principal desde que se expresó la Segunda Tierra, después de la invasión de los Señores Lejanos de Mundos Lejanos, lejanos de la Verdad.
Es aquel Geómetra el que dará de sí para que vosotros cumpláis las venideras misiones. Lenguas de la Tierra lo llaman de diversas y extrañas maneras, y le dan género diverso. Sin embargo, le llamareis desde ahora en adelante la Sentencia de vuestra Tierra.
Sentencia que tiene el destino de vuestra Tierra y de todo aquello que en ella habita. Es la sentencia que expresa sistémicamente el 3 + 4 y se expande en el 3 x 4 en las diversas coexistencias de vuestra Tierra.
Id el día señalado para concluir lo que acaeció en milenios olvidados. Allá clamaréis por el por-venir, y olvidaréis la tristeza que se avecina.
Sin más deciros, J 25 A.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario