Arica – Chile 05/01/23
“Forja inquieta, cinabrio y vetas de obsidiana, avenidas y calles atestadas, viento malsano y trazos de indeleble flama. Crisol quebrado, extenso y ocre horizonte, alwes y anhelos en triste avenida. Farol en llamas, cobijo en el exilio, quebranto en la iglesia y olvido en las aguas. Horeb en el anhelo de la zarza, y verdad en la oculta existencia. Mirada extraviada, inversa luz, trazo y aliento en el calcinado lienzo. Catástrofe, quemada semilla y trama ardiente. En el trazo interrumpido, en la historia mal contada, en el oxidado vagón, en la avenida maltrecha, la muerte se vuelve llama y catástrofe consentida.
Extraviada, otra en otra, en otro tiempo, solitaria y silente, la Hereje se vuelve luz y oscuridad en el Temuco de 1908. Mirada en la obsidiana, alwe en la multiplicidad, experta en travesías existenciales, exiliada y extensa, evade calles y avenidas atestadas. Miedo, tristeza y hastío, en extensión y calidad, el tejido de la existencia tuercen. Mundos convexos, tiempos disímiles, territorios inversos y múltiples existencias conforman la totalidad sistémica. Nudos e hilos inquietos, expuesto hi(a)to, multiverso que confluye, infinitas vías y veredas, venas e hifas, que se explayan toda vez que la existencia sufre. Hereje que utiliza todo lo que hiere al hombre como axis de exilio o afrenta. Mirada en la obsidiana, otra alma en las asoladas y vastas tierras.
– Me vuelvo alma y anhelo. Me vuelvo luz y oscuridad. Me vuelvo otra en otra.
Crisol eterno, viento que quema, voces quedas, cal y cinabrio, Chicago 1871, quebranto y muerte. Hereje en la luz quebrada, trazo en copal, alwe malsana, que vitaliza las violentas llamas. Flama y vidas quebradas, corteza astillada, iglesia calcinada y alwes que anhelan la salvación. Mundo inverso, calculados eventos, alwes de otro tiempo y sectas o cofradías extraviadas.
–Me vuelvo alma y anhelo en Londres. Me explico y limito en 1666.
– Ha terminado vuestro viaje. Retornad a vuestro tiempo.
Mediana altura, voz calma, trazos verticales y horizontales no cohesionados, luz inquieta y temible templanza. Muchos actos en el celuloide estático, tinte copal u ocre, tejedor de otro tiempo. Existencia que se explaya en otro litoral y tiempo. Múltiple, extenso y leve, que excomulga extraviados herejes. Inflexiones que explican la acción de un fonógrafo. Todo abarca y todo oculta.
– Rehúso tal sentencia. Me explico en este ahora.
– Extraño tiempo os anhela hasta que la sentencia concluya.
Extraviada, otra en otra, en ilimitado tiempo, expuesta a la intemperie y a la soledad, en una tierra caduca y quebrada, que, lentamente, fenece. En otro ahora, en otra existencia, en otro aciago 21:1 lejana y exiliada.”
En Temuco sin medida os anhelan. Una creyente os invoca en la inundada Penco. Muerte, hastío y soledad. Iglesia en el inverso horizonte, leyendas e historias, vetas y venas, ilusiones e ideologías, en el tiempo extendido confluyen. Mujer que vector y valor, variable y sistema, herencia y legado, travesía e hi(a)to.
Sin más deciros, J 25 A.
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