Sitio señalado para expresar la voz de los Señores Antiguos, cuya sede se encuentra en Arica-Chile.

domingo, 30 de octubre de 2022

Medianoche p. I

Arica – Chile                                                                                                                                                              23/10/22

Candela, avenida y soledad, exilio y olvido, en el trazo de la eterna oscuridad. Fatua llama, aviesa y lejana, leve y extensa, que invoca alwes extraviadas. Güestia subyugada, crisol torcido, vastedad, trazos y sendas que llevan a otras tierras y celadas. En extenso e inverso horizonte, en interminable llano, en acre tierra, alwes exiliadas anhelan la voz lejana. Multiplicidad en la vasta soledad, caleidoscopio de tristezas y miedos, alwes atrapadas en tierras inversas y quebradas. Milicia torcida, corvo y carabina, hoz y azadón, venia y veneno, veta y acres venas. Fatuo extenso, quebrada travesía, torvo anhelo, excomulgado y hereje valor, que se explaya en tiempos convulsos y aciagos. Figura que se extiende en sombrío Páramo y que Rulfo alude. Metal tras metal, óxido en la espectral huella, inquietud en la madera y varios vagones solitarios y extenuados. Maltrechas agujas, infinitas vías, excomulgado Comala, vastas y abstrusas leyendas.

El Fatuo, bastión y semilla, látigo o fusta, excomulgado, extenso en la tosca levedad, esclaviza, inmisericorde, alwes olvidadas y extraviadas. Deleznable tinta, anhelo torvo, quebrada letra, ajado libro y eterno maleficio. Mísera tragedia no se olvida si la savia o el cinabrio fluyen todavía. Misterio en el tiempo, soledad en la eras, tristeza en la yerma tierra, salitre y evasión.

– Comala en el trazo de Humberstone.

Esclavitud de alwes, que las vuelve malalwes. Güestia silenciosa, entre tierras evidentes, que traza y teje vaticinios y travesías, en el amplio territorio, según los torvos designios de un quebrado Fatuo.

En la Medianoche indicada, según la seña establecida, vastos alwes, vena en el metal, savia en la madera, tristeza en la tosca y yerma tierra, taladran la existencia, invocan lo antiguo y trazan otras vías en la oculta travesía. Mundos conjugados, tierras entrelazadas, y lo inerte ya no lo es.

Mudo testigo, viajero evidente, luz quebrada, que solitario observa la vasta tierra de los Condenados. Llaga y lamento, traición y maleficio, extorsión y extravío. Fatuo que forja una vasto y oxidado entramado, que enlaza tierras caducas o eliminadas. Ferrocarril virtual o viciado telar que se cuela, lentamente, en las tierras del Mediano Hombre.

No es Tlön y tampoco una leyenda: es la existencia velada y oculta, la evidencia soterrada que se cuela o filtra. Miradas altivas, inquietos trazos, voces alteradas, en la Medianoche indicada celan.

– No hay hospedaje en este sitio. Muchas alwes alojadas. Retornad en otro momento.

En la Medianoche indicada, vastos y elevados Noctámbulos, icor y anhelos, enfrentan a los alwes inquietos e insubordinados. Mas el Fatuo, torcido Titiritero, todavía existe velado y lejano. Manipula, se extiende silencioso, taciturno, velado e intrínseco, en las tierras que el Mediano Hombre transita. Mitad humano, mitad alwe, existencia torcida, que aborrece la tranquilidad de la Muerte.

El Noctámbulo evita el extravío si algo lo ata a la silente existencia. Una luz intensa o quizá una solitaria candela. Candela que consuela y no extravía, si la situación lo amerita.

Mártir e icor, leyenda y extensión, voz y viento, valentía y legado. Mezcla elevada, existencia en la cifra de la Candela. Fulgor intenso que las tinieblas exilia. Método que evita las complicadas travesías.

– El Mártir en la cifra de la Candela.

Medianoche solitaria y tranquila, excelsos tejedores, en la vía indicada, su anhelo explayan.

– Esclavo, oscura savia, luz en el ébano, obsidiana atrapada. Forja que se aísla y extravía en la intrincada A(f)rica. Develad su destino y los Dioses que lo acogen. Misión solo encomendada a c02.

– Esclavo, ocre en la savia, olvidado y quebrado Memorial, extraño Liubo, excelsa plegaria e inquietos vientos en el otro Iquique. Develad su destino y los Dioses que lo acogen. Misión solo encomendada a c03.

– Mezcla y savia, otra humanidad que el Yestay explica. Meditad a la vera del sendero, invocad a la humanidad que existió antes de los Diaguitas. En la huella de la quebrada, en el hastío estival, en la soledad de las insondables oquedades, la historia de los Yestay todavía persiste. Develad su destino y los Dioses que los acogen. Misión solo encomendada a c04.

– Fatuo e inquieta Güestia, Mártir en la cifra de la Candela e Yggdrasil en llamas. Misión solo encomendada a c01.

En la Medianoche indicada, en los entresijos de la existencia, las travesías cuajan y se explayan.

Sin más deciros, J 25 A.

No hay comentarios.: