Arica – Chile 28/05/21
“Puerta y cerrojo, madera y metal, trazo tras trazo, verdad extensa, valores y veredas en muchas Tierras y en todos los momentos. Luz que se refleja en la inmensidad de los Tiempos sesgados. Uno y muchos. Muchas e infinitas almas convergen en un u otro Tiempo o existencia. La Puerta se extiende vertical y horizontal. Los vértices se explayan y entrelazan. La verdad es y no es en la sinfonía eterna. Retornan y no retornan, en líneas y sendas de verdades y anhelos.
El viajero, tejedor extremo, vector eterno, nota y valor constante, en la verdad de un momento, traza su exilio en Tierra enmohecida. Leve temblor, viento vacilante y aguas quedas. Un anhelo y muchas respuestas.
Figura en el espejo, ignota, laxa, extensa mas no eterna. Igual semblante mas otro. Leve mas menos leve. Un hombre en la extensión silente. Fractal infinito, caleidoscopio eterno, momento y anhelo bajo el inmenso firmamento.
– Me refleja mas no es mi reflejo. Mi alma es otra mas la misma. Existencia de otro Tiempo que surca las Tierras que se olvidan. Mi finjo el mismo. Mentira que no convence. Familia y otros ajenos, lejanos, extensos y finitos. Me observo en la totalidad mas no soy mi totalidad. Hombre incompleto mas extenso. Conciencia en un alma de otro Tiempo. Finjo mi verdad y la verdad expreso. Extraño que vive entre extraños. Fulgor inmerso en copal y hojarasca, intentando salvar los momentos olvidados.
– Muchas sendas surco. En los otros ahora, silente, me expreso. Existencia múltiple que se expresa en múltiples Tierras y Tiempos. El mismo siempre mas siempre otro. Mi verdad se explaya en muchas sendas y encrucijadas. Muchas veces el viaje es inmediato, sin tantos artilugios ni frases gastadas. Un vendaval, un crujir de madera, una voz queda, un tal vez o un quizá. Me vuelvo otro mas el mismo. Expropio una vida que también es la mía. Coexistencias semejantes, vidas similares y almas múltiples mas integrales.
– Me finjo el mismo. Nadie la verdad conoce. Marido, padre e hijo. El mismo mas otro. Nadie traza mi verdad y dilucida mis intensiones. Figura silenciosa que en Tiempos quedos, forja senderos y encrucijadas como reflejo de su anhelo interno.
– Eres otro. Estoy segura que eres otro. No eres el mismo. Has cambiado mucho. No eres mi marido más bien un impostor. Me eres extraño. Una noche te escuché hablando solo en jardín. Cuando me acerqué vi siluetas que te envolvían. ¿Quién eres? Estoy segura de que no eres marido.
El viajero, el silente, traza su reflejo en el espejo. Figura quieta, semblante tranquilo, levedad presta, lejana mirada. El otro se vuelve el mismo. Figura muda en la oscuridad quieta. El mismo luego del otro. El otro que vuelve a la otrosidad, a la existencia limitada. Es el verdadero mas no lo es. Faz eterna que se refleja en los múltiples espejos de la existencia.
– Perdóname. Eres el mismo. Quizá la rutina o el estrés me hicieron imaginar tantas tonterías. Disculpa mi actuar. Eres mi marido y siempre lo serás.”
Regresan y otros se evaden. Es la senda eterna de los viajeros prestos.
Sin más deciros, J 25 A.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario