Ad Portas p. III

Arica – Chile                                                                                                                                                              04/06/21

“Extensión infinita, trazos de ocre y plata, tonos y verdades, inmensa soledad, sendas gastadas y anhelos a la deriva.

Figura leve, inversa, soledad en extensa silueta, observadora silente, valor en los anhelos, extensión en los momentos. Muda, mas extensa en los textos antiguos. Testigo de otros Tiempos, explícita en el aquí y en el ahora. Existe en el Tiempo mas el Tiempo no la traza. Existe en todos los ahoras mas siempre se expresa en el Tiempo que no es Tiempo.”

“Reflejo en el espejo, semblante lúgubre, momentos de tristeza y soledad. El hombre, vestido de domingo, extiende un lamento y traza un anhelo. El ayer se desliza sigilosamente. Cuando contempló el mar por primera vez, su viaje a Tierras lejanas, su matrimonio y posterior divorcio, la muerte de su hijo mayor. Tantas alegrías y tantas tristezas, cifradas en una sola imagen. Una verdad expuesta, un viaje evidente y un silencio de otro mundo.

Mira por última vez su reflejo en el espejo. Fuma un cigarrillo, y se recuesta en el sofá. Enfrentará en soledad a su enemiga más aviesa. En acecho, lejana y próxima, oculta tras un velo impenetrable mas siempre tangible. Una contendiente feroz que no da descanso ni tregua.

– En mi soledad, te aguardo. En el tiempo laxo, te anhelo. En las Tierras vacías, las sendas se trazan hacia ningún sitio. Tómame. Quítame la vida. Estoy aquí y no te temo.

Espejo sin reflejo. Penetrante soledad en el silencio de un cuarto. Mirada fija, semblante lúgubre, latidos en eterno relajo. En el sofá yace, libre de su ayer y leve en lo que vendrá.”

“Tableta tras tableta, tristeza tras tristeza. Una vida de exilio y soledad. Huérfana, abandonada a su suerte, exiliada en las calles, extensa mas mínima. Un anhelo sin sustento. Tejedora de ilusiones en amoríos pagos. Libre mas atada a su tristeza. Muchas promesas. Muchos hombres dijeron quererla. Mentira tras mentira. Desengaño tras desengaño. Tristeza y más tristeza en la soledad de las calles vacías.

– Mi vida en un anhelo. Tristeza en mi vida. Nadie aguarda mi llegada y muchos anhelan mi partida. Tendrán lo que exigen y más.

Mañana de otoño menguante, una misiva y un hasta pronto. Levedad en un cuarto solitario y muchas tabletas en el suelo. Un exilio en el extenso olvido.”

“En la oquedad, el hombre antiguo, el tejedor de senderos, el valor del Porvenir, observa las siluetas que el atardecer traza. Historias impregnadas en el frontis elevado. Muchas verdades en un solo trazo. Muchos anhelos que el Tiempo desgasta. Es la senda de los elevados viajeros que emprenden su última travesía.

– Todo vuelve. De una y otra manera al final todo vuelve.”

“Figura leve, tangible mas invisible, expresada y trazada en la historia. Eterna y compuesta. Mentalidad autoimpuesta. Existe aunque no existe. La Muerte, la tejedora eterna, la que vela y revela. Existe antes del Tiempo, antes de la Vida. Múltiples siluetas y verdades. Existirá hasta que la misma existencia la olvide.”

Sin más deciros, J. 25 A.