Arica – Chile 21/08/12
Trazos, verdades y recuerdos se extienden en aquellas tierras que han sido, son y serán.
“Lejos un fulgor que desfallece, y trazos de arena en aquel extenso firmamento, Michael Weber señala.
Atrás ha quedado su familia. Atrás ha quedado su anterior vida. Atrás ha quedado aquello que una vez extravió.
Y surca la extensa soledad, y traza verdades en tierras, aguas y vientos de otras latitudes, anhelando a aquellos que son de su Alma.
Tiene la certeza que aquellos que tanto anhela, pronto a su vida arribarán. Tiene la seguridad que a él volverán sus otras almas y sentencias.
Bien le dijo el Señor del Por-Venir, después de una larga jornada de trabajo.
– Hijo, estás incompleto. Tu alma está fracturada. Eres un ser dividido y sin destino verdadero. Tus otras almas surcan diversas y extrañas tierras, sin siquiera saber de tu existencia.
– ¿Qué me aconseja, Anciano, para ser el verdadero?
– Hijo, debes ir allá donde los senderos se olvidan, allá donde ni el coyote ni el zorro osarían adentrarse, allá donde todo se olvida y nada se recuerda, encontrarás la razón de tu existencia.
– Anciano, hablas con frases torcidas y acertijos sin término.
– Así es tu vida: un largo sendero torcido y de acertijos extenso. Y así será hasta que develes tu verdad. Ve al lugar que ya te he señalado, y sabrás de qué carece tu alma.
Y surca otro sendero, y se extravía en otras vidas, y así los años se olvidan uno tras otro.
Y cierta noche de desvelo, a través de verdades y recuerdos, presiente que la verdad se le develará.
Y se ve diverso, y se señala distinto. Es otro, y algo más. Es otra, y algo más. Y es otros, y algo más.
Y otras verdades, y otras vidas, y otros senderos le pertenecen. Y es Weber, y algo más. Y es Santos, y algo más. Y es de la Cruz, y algo más. Y es Elías, y también Ulises. Surca senderos torcidos, distintos y extraños, según el trazo de vida. Sin embargo, una sola Alma unifica aquellas vidas ya vividas y gastadas.
Y esperará a aquellos que son de su Alma, aunque los años se extiendan infinitos y vacios.
Y una tarde olvidada a Andrés de la Cruz divisa, y ya su alma no volverá a ser la misma.
Y sus senderos se vuelven uno, y sus voces se tornan una sola voz, y sus almas volverán a ser reflejo de su Alma anterior.
Y abraza, y recuerda, y ama a aquel trazo de alma que una vez extravió.
Y surcan otras tierras, y a la vera del sendero a María Santos encuentran. Y desde aquel día develaron su extensa misión.
Y otros más siguieron su travesía hacia la eternidad. Sin embargo, no eran otros, sino su alma volviendo a ser verdadera.
Y se volvieron difusos allá donde existe la extensa Patagonia, allá donde comenzó la travesía de los Señores del Ayer.”
Y Finis Terrae aguarda allá donde sus almas se extienden, allá donde otras eras y otros ciclos se trazan. Y algún día sabréis la verdad de lo que aquí os decimos.
Eventos se suceden uno tras otro, y acá aclararemos algunas interrogantes.
Los eventos relacionados con la Cuarta Alma se expresarán en aquel axis que existe entre las brumas y el silencio. No se surcarán tierras diversas y extrañas, ya que los axis de la Cuarta Alma existen más allá de vosotros.
Aquellos Señores existen más allá de esta verdad, y su Alma se señalará cuando aquel sitio sea evidente. Aquel que no pertenece a la Segunda Alma estará en el sitio que su alma decida; y desde aquel lugar invocará a los Antiguos Señores.
La Cuarta Alma será evidente si los Señores de las Otras Tierras su voz y alma extienden, y será cuando el Crepúsculo verdadero sea.
Y aquel que no pertenece a la Segunda Alma deberá concluir aquellos eventos que en Puerto Oscuro ha olvidado. Todavía quedan varios eventos que aguardan en aquellas tierras que se olvidan, y allá también David espera.
También deberá apoyar a aquellas que el Alicanto señala, y quizá sea un valor más. Sin embargo, igual tendrá eventos que concluirá en soledad. Así se liberará del alma de Mallarauco, y su alma fragmentada volverá a ser la misma.
Todavía aguarda Puerto Sombrío, mas no significa que aquel Puerto sea vuestro lugar de residencia.
Todo es evidente, mientras escuchéis lo que os decimos. Seguid vuestra leve lógica, y os extraviaréis sin retorno, y otros llegarán a ocupar vuestro sitio.
Y aquel que partió ya surca otros senderos. Recordadlo para que él os recuerde. Atadlo a vuestra mezquina tristeza, y se volverá sombra sin destino verdadero.
Sin más deciros, J 25 A.
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