Amanecer p. VIII

Arica – Chile                                                                                                                                                              28/01/12

“Y él cruza toda aquella extensión, con la certeza de que alcanzará las otras tierras. Se detiene, y contempla a los lejos el extenso firmamento y sus luces gastadas.

Siente un leve estremecimiento, mientras voces se extinguen en la lejanía. Sólo la soledad lo acompaña, lo envuelve y lo arrastra.

Sabe que algunos de sus más cercanos también quisieron la travesía emprender. Sin embargo, sus problemas cotidianos, sus cavilaciones metafísicas, sus egos gastados, los extraviaron sin compasión.

Aunque sea solamente él, aunque no exista otro en la vastedad de los días, la verdad expresará sin dilación. Aunque leve alma surque las oscuras y desoladas tierras, el evento se expresará.

Aunque sea el único y los otros sean mayoría, si el valor y la verdad lo determinan, todas las tierras serán salvadas.

Avanza, el frío cala profundo, el sudor se escarcha y su voz se gasta. Sin embargo, su afán es mayor, y su travesía prosigue.

Él siempre ha sabido que, a veces, el sendero es torcido y extenso, que la incomprensión y el descrédito son acechanza, que las verdades algunas veces se tergiversan. Sin embargo, sólo expresa su sino y verdad, su sentencia y alma.

Llega a una explanada, se abriga luego, toma un breve descanso, alza su alma, contempla la oscura soledad, y con voz suave y firme exclama:

– Heme aquí, en el extremo de las tierras, en el olvido del viento, para expresar lo que es verdadero.

Y se alza como un Señor de Todas las Tierras, y su voz se vuelve profunda, y su Sentencia exclama:

– Que se exprese la voluntad de los Señores Antiguos, y que la vuestra mengue. Que la Voz sea una con la voz de la Tierra. Que sea lo que deba ser, y no más. Así está escrito y así será.

Y vientos y aguas y tierras, la verdad expresan; y lo que había fenecido ya no lo está.

Y él vuelve, y él regresa, y todas las tierras, y todos los vientos, y todas las aguas, su servicio agradecen.”

Y el evento que mañana se expresará, la voluntad de los Señores debe señalar. Así está esbozado, y así se escribirá.

 Y la voluntad de los Señores es evidente para que el 21:1 concluya y terminen todas las leyendas.

Así regresarán aquellos que se olvidaron, y regresarán aquellos que otras tierras surcaron. Sin embargo, otros el A-Dios realizarán, para proseguir otros esquemas de evolución.

Y será este evento en todas las tierras, en todas las coexistencias, en todas las verdades. Y así Señores regresarán para concluir las leyendas.

Y esta situación se evidencia cada vez que el Aur es extenso y el firmamento se vuelve luces y sombras dispersas.

Y algunos que esta tierra dejaron el 5 de mayo del 2005 regresan. Y algunos que son del ciclo de los Señores que Menguan también vuelven. Y otros que detentan los senderos cardinales también retornan.

Es evidente y es arcano lo que estas líneas señalan. Así es el Amanecer de otros Señores, y todavía falta un Amanecer mayor.

Sin más deciros, J 25 A.