Ad Portas p. IV

 Arica – Chile                                                                                                                                                              11/06/21

“Luz en la oscuridad, extensión eterna, sendas infinitas y muchas voces y verdades trazadas en la verdad de un Tiempo.

Externo, lejano, inmerso en las leves Tierras, exiliado en sus anhelos, extenso en los momentos, se explica una y otra vez en las sendas que el Tiempo traza. Una verdad a la vera del sendero, que se presiente y siente y que a veces extravía.

Figura furtiva, trazo que el copal no teje, incógnita, manifiesta, expuesta, que surca la sendas del Hombre. Material mas intangible, expresa mas no verdadera, extensa mas leve en la memoria. Inconclusa visión que a muchos extravía y que a varios exilia. Idea en la vaguedad de las horas, que extiende trazos, líneas y vectores, que extravía y desconfía, que existe mas no existe. Reflejo en la totalidad del espejo, mas infinitos reflejos en la inmensidad de la existencia. Es mas no es y mucho más.

Figura leve, trazo en la bruma, tejida en los anhelos. Mujer en la senda, ataviada de largo vestido azul, un abanico y un pañuelo. Más bruma y menos silueta. Hombre vestido de frac, bastón en mano, voz grave y torcida mueca. Bruma tras bruma. Muchas siluetas y extensiones. Un reflejo en la memoria. Momento que traza el hastío, anhelo que la soledad limita, verdad que el alma invoca. No existe extravío ni exilio, solamente es la verdad en sus innumerables facetas.

El Externo observa su reflejo en la ligereza del viento. Es mas no es. Un simple trazo que otros completan. Padre, madre e hijo. Hombre, mujer y algo más. Adulto, joven y niño. Facetas múltiples mas la misma esencia.

Evoca un momento y la levedad lo envuelve. Un extravío, un accidente o tal vez un olvido trazan su material exilio.”

“Existen otros Externos que viven vidas extensas. Trazados en la materialidad, expresan verdades y anhelos. Existen mas no existen, ya que a veces la multiplicidad los define. En Tiempos conjugados, en horizontes inversos, en Tierras expuestas, expresan su íntima existencia.

– Es verdad. Muchas veces te desconozco. Eres otro mas el mismo.

– Tu voz tiene otro timbre. Tu mirada me perturba. Tu semblante es otro. Miro tu reflejo en el espejo y otros y otras se asoman. Hombre, mujer y otro. No sé qué maldición te subyuga y extravía. Eres mi marido mas no lo eres.

– La mucama entró a tu cuarto la otra noche y vio una mujer muy esbelta observando el espejo. Creyó que era tu amante u otra cosa. Mas cuando se recuperó del asombro, se dio cuenta que eras tú quien miraba absorto el espejo.

– El gato a veces te rehúye. Muchas veces te observa fijamente, quizá tratando de dilucidar quién o qué eres.

– Una vez desperté a medianoche y el miedo se apoderó de mí. ¡Compartía el lecho con otro hombre! Hui despavorida al cuarto de mi hija, y ahí me refugié el resto de la noche.

– ¿Quién o qué eres? Dime, por favor. Termina mi calvario. Dime la verdad. Te lo suplico.

El Externo, el tejedor múltiple, observa en silencio. Toma aliento, y dice: «Todo se olvida. »

Los Externos tejen y destejen momentos y anhelos en muchas Tierras y en muchos Tiempos.”

Sin más deciros, J 25 A.