Sitio señalado para expresar la voz de los Señores Antiguos, cuya sede se encuentra en Arica-Chile.

domingo, 2 de abril de 2017

Apoteosis p. III

Arica – Chile                                                                                                                                                              12/01/17

Alza el vuelo, elévate, expresa tu verdad y anhelo, para preservar las Tierras y Tiempos espaciados.

No eres el único ni tampoco el más indicado. Infinidad trazan esta senda y procuran los venideros eventos. Muchos anhelan un Tiempo o Tierra específica. Otros surcan las coexistencias sin distinción. Es su verdad que se manifiesta para gestar otros ayeres y otros porvenires.

Alza el vuelo, sitúate en otro aquí y ahora para evidenciar tu verdad y credo, para que los 21:1 sean evidentes y sin dilación.

Huantajaya espera en la lejanía, anhela a los que vendrán. Huantajaya se define en otro Tiempo espaciado. Huantajaya traza designios y valores, anhelos y misiones.

Los anhelo, los espero. Volverán pronto, lo sé a cabalidad. Regresarán porque es menester. Los esperaré en la penumbra de los días gastados, en los atardeceres que languidecen, en los amaneceres silenciosos. Nada impedirá que regresen. Seré una voz en los Silencios, anhelo en las Desgracias, agua bendita en la vetusta iglesia. Tal vez aguarde un momento o quizá por siempre. Esperaré su regreso. Los he visto, los he presentido.

Los he visto a veces vagar por las avenidas gastadas, quizá anhelando algo, tal vez presintiendo algo o posiblemente recordando algo. Les hablo mas mi voz se rasga y apaga.

Sé que me anhelan. Tengo la absoluta convicción que me esperan en la lejanía. Los anhelo y me anhelan, para proyectar algo quizá, para evidenciar algo tal vez, para exponer una verdad en otro Tiempo o Tierra posiblemente.

A veces olvido quién soy y me extravío en Tierras lejanas. Mi verdad se rasga, mi familia se olvida y mis designios desconozco. ¿Quién soy? ¿Qué hago en este solitario sitio?

Recorro una y otra vez las avenidas olvidadas, los senderos sedientos, tratando de recordar, jurando jamás volver al ayer. A veces en atardeceres lánguidos algo presiento o los presiento. Una luz en mi oscuridad, una memoria que regresa, un momentáneo alivio a mi extensa soledad.

En la soledad de los momentos gastados, en atardeceres solitarios, surcando las sendas enlazadas, a veces presiento, a veces anhelo, a veces recuerdo. Sin embargo, muchas veces me extravío en sendas y Tierras sin sentido.

Los anhelo, los espero. Volverán pronto, lo sé a cabalidad. Volverán para salvarme de este amargo exilio.

Anhela en la lejana Huantajaya para alzar el vuelo. Algo tiene que os pertenece. Algo que ha olvidado sin más. Recordadla y recordará. Sed verdad y su exilio terminará.

Copaquilla espera para generar un llamado, para gestar una alianza, para llamar a aquellos que surcan otros y muchos firmamentos.

Entregad el alma que se rasgó en Argentina. Solamente un vasto Señor puede invocar a los que existen y se presiente en la lejanía. El S2 ha dado la voz y la proyección será vuestra. Analizad y trazad, meditad y ejecutad. Los anhelos que se gestan a altas horas de la noche tienen la explicación.

Sin más deciros, J 25 A.


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