Arica – Chile 15/08/01
Triste es el destino de todos aquellos que el sendero han extraviado. A través de infinitos años, hemos contemplado, una y otra vez, cómo aquellos que hemos instruido al olvido y al exilio han marchado.
Prefirieron desoír nuestros consejos y posteriores súplicas, por la sencilla razón de que se consideraron autosuficientes, seres con la habilidad de tener el control sobre todos los asuntos existentes. Craso error, pues lo único que lograron fue hundirse en sus propios egos y cavar su propia tumba. Así, sencillamente, el hombre ha labrado su destino y elegido su muerte.
Vuestra unidad grupal no ha estado indiferente a estas premisas, pues en un año ha transitado por parajes sombríos y elevadas cumbres. Se veía venir el cruento desenlace, desde aquel tiempo en que preferisteis ahondar más en lo externo que en lo sagrado.
Solamente cosechasteis lo que sin diligencia sembrasteis. Por tanto, ¿por qué conjuráis a Los Antiguos por ayuda, si cuando la tuvisteis la desaprovechasteis? Es vano, absolutamente vano, ansiar lo antiguo, si volvéis a cometer los mismos errores.
Quizá digáis que es necesario saber quiénes son los infractores. ¿Para qué os serviría? Sois todos responsables, y, por tanto, todos en silencio debéis escuchar.
Lo que teníamos planificado con vosotros, ha sido inexorablemente aplazado. Sólo vuestro devenir dirá por cuánto tiempo será. Las tierras infinitas se han vuelto de bruma, los bio-mecanismos están inconexos y vuestra unidad grupal desmembrada se halla. Así de las cenizas debéis surgir, para profundizar en las obras del por-venir.
Lo importante es expresar las tierras sagradas, lo antes posible, para evitar serios desequilibrios en los patrones iniciales de asistencia sistémica. Lo que conllevaría a la inminente extinción de innumerables valores que son los necesarios para expresar los venideros Ayllus.
Si vuestro afán es errado, las tierras se volverán de bruma eterna, tan lejanas y solitarias, que ningún venidero bionauta podrá hallarlas jamás. Los J 25 una vez relataron que toda su vida lucharon por hacer prevalecer la luz en las tinieblas de vuestra tierra. Sin embargo, todo hasta el momento ha sido en vano.
Ésta será la última vez que nos referiremos a este asunto. Ahora es momento que actuéis, que actuéis verdaderamente. No seáis solamente palabras sin sentido y vacías de todo afán verdadero.
La unidad grupal está resquebrajada, pero de las cenizas retornaréis, si verdaderamente lo anheláis. Si no es así, sólo polvo en el viento seréis para y por siempre.
Quizá digáis que este escrito tiene muy poco contenido, que es repetitivo y otras tantas cosas por el estilo. Mas ¿de qué queréis que os hable, si seguís igual que cuando me marché?
Por tanto, el próximo año volveré, y ojalá encuentre alguien con quien hablar.
En vosotros siempre, y digo por siempre, Anur.
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