A otros Señores siguen desde tiempos pasados, cuando aún el firmamento era difuso y los mares extensos.
Anhelan sus voces y claman por su venida, aunque saben que las tierras extraviadas están y los Vigilantes inmisericordes son.
En días de Sentencia extensa, en días de Sentencia difusa, su presencia claman, a través de la sangre derramada. Los anhelan tanto que en sombras se vuelven, y los senderos difusos transitan.
Y sombras extrañas transitan las tierras desoladas, contemplando otro firmamento y anhelando tiempos perdidos. Anhelando volver del destierro, anhelando tomar sustancia verdadera. Detestan ser leves sombras, detestan ser figuras de sangre y tierra. Esperan volver para proseguir su senda de expansión.
Y cuando la Sentencia mengua, y cuando las líneas se dividen, vuelven a sus tierras, amargados, desolados y rebeldes, esperando, ansiosos, la próxima sentencia.
Y vuelven y vuelven en cada sentencia, en cada línea cruzada, y lo harán hasta el destierro olvidar.
Sustancia toman cuando estas limitadas tierras deambulan. Sustancia de sangre y tierra, sustancia de almas entrecruzadas, que sus discípulos han aprisionado.
Toda alma extraviada, desolada y sin consuelo sustancia para ellos es. Mientras más extraviada sea, más próximos a vosotros ellos estarán. Así conviven con vosotros, y las tierras desoladas surcan.
¿Y quiénes aquellas almas atrapan? ¿Quiénes esa errada bio-arte expresan? Aquellos que han sido maldecidos desde siempre. Aquellos que se extravían en tierras de sangre, en extensas ruinas caldeas, en añosos bosques europeos, y que han generado clanes arcanos.
Señores de sangre azul que han exterminado a débiles señores. Señores que viven vidas leves y simples. Sin embargo, en días de Sentencia extensa, son extremas y arcanas razas, ya mucho tiempo maldecidas y olvidadas.
Son los Necromantes: los que apresan almas innumerables, y profieren letanías difusas y frías en tierras devastadas.
Y de vosotros saben, y a vosotros se acercan. A vosotros detestan porque diversas almas le habéis arrebatado.
Sin embargo, venganza no concluyen, pues algo de vosotros temen. Algo que os envuelve, y que os mantiene a salvo en estas desoladas y limitadas tierras.
Saben de San Lorenzo de Tarapacá y del axis que susurra lejos. Saben que allá iréis para buscar respuestas y expresar valores sistémicos. Saben que si estáis en vuestra alma, la primera grada extraviarán.
Saben que los Otros Señores su lealtad anhelan. Saben que deben extender sangre seca y tierra muerta, para que vuestros senderos en sombras se vuelvan. Saben que trazos arcanos deben dejar en las limitadas tierras, para que sin remedio os extraviéis. Saben lo que deben saber, y que vosotros aún no descubrís.
Volved a los escritos, y verdades encontrareis. Volved pronto y pronto el viaje realizar.
Sin más deciros, J 25 A.
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